Se suponía que iba a ser el primer mexicano con dotes de crack internacional; el santo remedio para los traumas y complejos de una afición que nunca ha visto a su selección pasar de un sexto lugar en el Mundial. Y tenía con qué pues jugaba con la habilidad y el descaro que en estos días, fuera de los petisos del Barça, sólo muestran los futbolistas del PlayStation. Lo hacía, además, con la sonrisa de quien sabe que ser futbolista profesional es todo menos un trabajo.
Así pues parecía que esta tierra, donde nunca han faltado grandes porteros, defensas y delanteros, por fin tendría al 10 que lograría ponerlos de acuerdo.
De entonces a la fecha hemos visto dos Mundiales, 12 torneos cortos, 6 Ligas Españolas, dos familias en Los Pinos, el primer presidente negro de Estados Unidos, la creación de Facebook, el final de Friends, Twitter, dos guerras en Oriente Próximo, la tercera parte de Star Wars, el surgimiento del “Chicharito”... y ninguna realidad en los pies-promesa de Giovanni dos Santos.
Donde sí mostró un gran desempeño fue en la vida nocturna londinense, la cual le ha costado más de lo que le pueda cubrir cualquier contrato millonario. Y es que el tiempo que ha dejado de estar en la cancha desde que llegó a Inglaterra ya no se lo puede reponer nadie. Si hubiese sido de otra forma Giovanni sería figura en el Tottenham, no un traspaso por la puerta de atrás a un equipo modesto como Racing de Santander.
Ojalá que el mar Cantábrico le siente bien al mexicano. Que lejos de los tabloides ingleses y la prensa deportiva nacional logre madurar como futbolista y dejar atrás su rol de niño prodigio. Lo único que necesita es reenfocar su energía de adolescente tardío en una portería y un balón. Y darle un nuevo sentido a la frase que tantas veces debe haber escuchado en boca de dueños de bares y meseros:
5 comentarios:
Enorme! da gusto leer cosas tan bien escritas y con ese pensamiento crítico! Bien por Queridos!
Mal por el pobre Giovani que en verdad solo ha dado penita ajena, qué pensará su papá gallina?
Pues sí "la vida es como una escopeta y Giovanni ya se gastó todos sus tiros" Justo ha tenido tantos clubes porque siempre se le compra esperando que despabile, por el talento que tiene.
Pero a veces es tonto pensar que la gente cambia aunque, quien sabe, a lo mejor el chico sólo necesita que lo quieran y lo apapachen. Ojalá el técnico y la afición de Racing tengan ese detalle con él.
Venga, que el chico sólo tiene 22 y tiene que cargar con todas las frustraciones de un país.
La prensa lo endiosó hasta el punto de que ahora todo el mundo está harto porque no cumplió con las expectativas.
Es buen jugador el tipo. Va a lograr algunas cosa, pero no es un fenómeno y núnca lo será. Ojala que lo entiendas lo más pronto posible y pasemos al siguiente tema.
EXACTO, EL MUCHACHO LO QUE NECESITA ES MADURAR COMO JUGADOR -Y SOBRE TODO COMO HOMBRE- Y ENTONCES PODRÁ CONSOLIDARSE, SI ES QUE LOGRA HACER PREVALECER SUS CONDICIONES DE JUGADOR TÉCNICAMENTE DOTADO Y CON CHISPA. AHORA, POR MUY BUENO QUE SEA, NO PODRÁ COMPENSAR CON SU APORTE INVIVIDUAL LAS DEFICIENCIAS QUE LA SELECCIÓN TIENE COMO CONJUNTO. TAL VEZ LE HAGA BIEN IR A UN CLUB CHICO COMO EL RACING (SI BIEN COMPITE EN UNA DE LAS LIGAS MÁS IMPORTANTES) EN DONDE LA ÚNICA EXIGENCIA ES MANTENER LA CATEGORÍA
1. ¿Por qué importa que Giovanni le guste la fiesta? ¿Por qué importa el lado privado de su vida? Esto no afecta, necesariamente, su rendimiento físico ni su nivel de juego. Tampoco aseguro que no tenga impacto: hay ejemplos para ambos casos, jugadores borrachos que juegan re bien (supongo que G. Best debe ser el icono en este sentido) y que terminan con su carrera, como el Burrito Ortega o Adriano. Pero esto queda en duda por lo siguiente.
2. En realidad, eso es lo único que sabemos de su vida privada porque es lo único que se ha publicado en nuestros medios. Siendo éstos como son, habría que dudar, al menos, de la mitad de lo que nos dicen. Es decir, además de su noviazgo con Belinda, lo único reporteado fueron tres fiestas – una con la selección – en dos años. También hubo alguna declaración de Redknapp, quien sí lo acusaba de fiestero. No recuerdo que alguien haya hecho un reportaje sobre su vida en Londres. Mucho menos una entrevista con Redknapp o, al menos, un análisis serio sobre las limitaciones técnicas o tácticas de Gio.
Es decir que no tenemos realmente ningún fundamento para saber por qué no jugaba en el Tottenham, mientras que otros jugadores, igual de disipados, sí. Seguramente porque son mejores, pero eso, no sé exactamente por qué, nadie lo dice. Supongo que da hueva investigar.
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