3 abr 2009

Quién dijo yo


Primero fue Menotti. Luego Mejía Barón seguido por Bora y Lapuente. Después el "Ojitos" y tras él Aguirre. Le siguieron Lavolpe, Huguín y Ericksson. Este número de entrenadores, que en países como Alemania abarcan casi toda su historia, ha sido la cronología de la selección mexicana a lo largo de 17 años. Con unos ha jugado bien, con otros peor, pero con ninguno ha logrado alcanzar ese nirvana que nos representa el famoso quinto partido. Con ninguno le ha metido un marcador de escándalo a Brasil o Argentina. Con ninguno le ha ganado jamás a Italia o Alemania. Todo lo anterior viene al caso por la designación inminente del "Vasco" como el míster de la selección. Es un gran entrenador, el mejor sin duda alguna para la situación por la que atraviesa el Tri. Pero no es un mago. No es el Mesías. Con su llegada no se van Televisa ni TvAzteca. Ni las ayudaditas al Necaxa o las puñaladas al Querétaro. Con él no desaparecen los cánticos de nuestras porras, ahora barras, que en una actitud dizque bien original copian todas las canciones bobas de las tribunas argentinas. Tampoco el mal gusto de "La Jugada" y los términos sangroncitos de "Los Protagonistas" (qué "pedazo" de párrafo me acabo de aventar). Con él no se prohibirán partidos como San Luis-Monarcas, uniformes como el de Jaguares, ni las ocurrencias del "Compayito". Llega Aguirre y con él seguro se calificará al Mundial. Seguro se jugará mucho mejor. Pero lo demás, para nuestra desgracia, seguirá exactamente igual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"El problema no és por qué echan a los entrenadores. El problema es que no saben para qué los fichan", dice la wikipedia que dijo Menotti. Y algo peor, digo yo aunque no lo diga la wikipedia, es cuando el futbol trasciende el futbol y acaban existiedo miserias típicas de un necaxa-san luis o cualquiera de los vicios de esos infrahumanos televisivos que citaste.