6 oct 2013

Pretty Girls Football League



Por: Adrián Olivas


Quien suscribe, lo hace humilde desde la perspectiva del recién llegado: la novedad impregnada en cada momento, permite relatar con la objetividad que las preferencias no han maleado.

Si bien está claro que no comentaré algo que se ilumine bajo el haz de la originalidad, también lo es que, en estos días tristes, nada hay que se pueda jactar de ser único. Probado está que nos gusta importar ideas pero, ¿cuándo han sido éstas de relevancia generacional?

Me encuentro en una incertidumbre por distracciones que no es ajena a cualquiera. No caeré en el conocido error de comparar diferentes espectáculos cuando la carencia de calidad en el principal -que he de suponer todos coincidimos es el fútbol- indicaría dictar normas de conducta que ninguno de nosotros acatará.

Así me muestro, ignorante del suceso y así lo comparto. Para que todos nos acerquemos un poco a la alternativa que un grupo de idealistas nos ofrecen: Pretty Girls Football League.

Contexto necesario.

Hace cuatro años, la idea de un tal señor Mortaza se materializó después de cocinarse durante otros seis. En apariencia, el contenido del espectáculo podría imaginarse como algo que ocurrió de la noche a la mañana, entre copas en algún club de caballeros: tochito bandera entre mujeres ataviadas en ropa interior.

Huelga mencionar la polémica que un show -pues así fue concebido- provocaría a la audiencia televisiva acostumbrada a lo fugaz e insípido, pues se trata de una alternativa más en este, como ya refería, mundo de tristes días.

El fondo antes que la forma.

En sus inicios se trató de una alternativa al espectáculo de medio tiempo del Súper Tazón. En realidad, así ocurrió durante tres años consecutivos. Hasta eso, los gringos tardaron en entender que había una mina de oro para el momento que diez organizaciones mostraron interés en formar una liga que ocurriera en paralelo; asimilando los colores de los equipos locales, los nombres profesionales de otras adscripciones (básquetbol y fútbol soccer femenil, específicamente) y algo imprescindible: calidad de cuerpo técnico y atlético. La mayoría de los entrenadores son ex jugadores de la NFL con amplio reconocimiento en su ciudad de origen y, las jugadoras tienen experiencia previa en competencias semi profesionales y disciplinas olímpicas.

Propagación.

En la actualidad la liga ha cambiado de nombre, incrementó el grueso de sus participantes, modificó reglas de juego y proyección televisiva. Como ofrenda, ha sido adoptada en varios países aunque sólo ha sido reconocida como parte de su red deportiva en dos de ellos: Canadá y Australia. Se entrevé ambición a nivel global; ya podemos imaginar los drafts internacionales y copas mundiales. Todo envuelto en poquísima ropa que cautiva al espectador pasivo. Es decir, todos.

México.

En nuestro país, la base de admiradores de mujeres dándose de topes mereció la intención de formalizar esto en algo más que deporte de exhibición. Si bien la organización responsable indica que no están legalmente vinculados con la Legends Football League (LFL) -otrora llamada Lingerie Football League- hay que señalar que, en un momento, Canadá y Australia tampoco lo estaban.

El ánimo se ve reforzado por la aceptación temprana. Pese a la poca difusión, varias ciudades (sí, la cosa va nacional) registraron cantidad de jóvenes interesadas en participar en las selecciones que derivarían en la posterior formación de siete equipos; a saber: Beauty Legions (Guadalajara); Evil Queens (Culiacán); Valkirias (San Luis Potosí); North Loyalty (Guadalajara); Cyclonas (Manzanillo); Clovers (Aguascalientes) y, Sirenas del Pacífico (Puerto Vallarta). Entendida está la asimilación estadounidense. Tardaremos en ver aparecer algo tan mexicano como la filial de las Chivas o un nacionalismo absurdo, como Obsidiana Secreta o Lunas de Octubre.

La intención de los primeros patrocinadores (Coors Light, Gatorade y ETL) apoya el entusiasmo que ya ha despertado en aquellos que vemos la forma de estar pendientes de las actividades.

El riesgo.

Todo lo ajeno al fútbol y sus vacas sagradas estará supeditado a un par de cápsulas por semana a través de medios independientes. Razones para temer de una esporádica buena intención ven en la indiferencia hacia las ligas colegiales ONEFA y la reciente CONADEIP, su mayor enemigo.

La ventaja respecto a las mentadas ligas estriba en que sus organizadores sí contemplan esta actividad como un espectáculo digno de ser difundido, y no en una interminable contienda por ver quién realiza la mejor preparación física independientemente de las condiciones económicas de los participantes. El tiempo será quien revele si es posible fundamentar una competencia cuando los antecedentes parecen estar aún escondidos, a la espera de mayor interés y responsabilidades.

Imagen: Jioshe Nieblas, QB de Evil Queens, Culiacán.

1 comentario:

nenamoxa dijo...

Y CUAL ES EL OBJETIVO DE LA POCA ROPA??? SE PIERDE LA ESCENCIA DEL DEPORTE EN EL UNIFORME