Por: Adrián Olivas
Quien suscribe, lo hace humilde
desde la perspectiva del recién llegado: la novedad impregnada en cada momento,
permite relatar con la objetividad que las preferencias no han maleado.
Si bien está claro que no
comentaré algo que se ilumine bajo el haz de la originalidad, también lo es
que, en estos días tristes, nada hay que se pueda jactar de ser único. Probado
está que nos gusta importar ideas pero, ¿cuándo han sido éstas de relevancia
generacional?
Me encuentro en una incertidumbre
por distracciones que no es ajena a cualquiera. No caeré en el conocido error
de comparar diferentes espectáculos cuando la carencia de calidad en el
principal -que he de suponer todos coincidimos es el fútbol- indicaría dictar
normas de conducta que ninguno de nosotros acatará.
Así me muestro, ignorante del
suceso y así lo comparto. Para que todos nos acerquemos un poco a la
alternativa que un grupo de idealistas nos ofrecen: Pretty Girls Football
League.
Contexto necesario.
Hace cuatro años, la idea de un
tal señor Mortaza se materializó después de cocinarse durante otros seis. En
apariencia, el contenido del espectáculo podría imaginarse como algo que
ocurrió de la noche a la mañana, entre copas en algún club de caballeros:
tochito bandera entre mujeres ataviadas en ropa interior.
Huelga mencionar la polémica que
un show -pues así fue concebido- provocaría a la audiencia televisiva acostumbrada
a lo fugaz e insípido, pues se trata de una alternativa más en este, como ya
refería, mundo de tristes días.
El fondo antes que la forma.
En sus inicios se trató de una
alternativa al espectáculo de medio tiempo del Súper Tazón. En realidad, así
ocurrió durante tres años consecutivos. Hasta eso, los gringos tardaron en
entender que había una mina de oro para el momento que diez organizaciones mostraron
interés en formar una liga que ocurriera en paralelo; asimilando los colores de
los equipos locales, los nombres profesionales de otras adscripciones (básquetbol
y fútbol soccer femenil, específicamente) y algo imprescindible: calidad de
cuerpo técnico y atlético. La mayoría de los entrenadores son ex jugadores de la
NFL con amplio reconocimiento en su ciudad de origen y, las jugadoras tienen
experiencia previa en competencias semi profesionales y disciplinas olímpicas.
Propagación.
En la actualidad la liga ha
cambiado de nombre, incrementó el grueso de sus participantes, modificó reglas
de juego y proyección televisiva. Como ofrenda, ha sido adoptada en varios
países aunque sólo ha sido reconocida como parte de su red deportiva en dos de
ellos: Canadá y Australia. Se entrevé ambición a nivel global; ya podemos
imaginar los drafts internacionales y copas mundiales. Todo envuelto en
poquísima ropa que cautiva al espectador pasivo. Es decir, todos.
México.
En nuestro país, la base de
admiradores de mujeres dándose de topes mereció la intención de formalizar esto
en algo más que deporte de exhibición. Si bien la organización responsable
indica que no están legalmente vinculados con la Legends Football League (LFL) -otrora
llamada Lingerie Football League- hay que señalar que, en un momento, Canadá y
Australia tampoco lo estaban.
El ánimo se ve reforzado por la
aceptación temprana. Pese a la poca difusión, varias ciudades (sí, la cosa va
nacional) registraron cantidad de jóvenes interesadas en participar en las
selecciones que derivarían en la posterior formación de siete equipos; a saber:
Beauty Legions (Guadalajara); Evil Queens (Culiacán); Valkirias (San Luis
Potosí); North Loyalty (Guadalajara); Cyclonas (Manzanillo); Clovers
(Aguascalientes) y, Sirenas del Pacífico (Puerto Vallarta). Entendida está la
asimilación estadounidense. Tardaremos en ver aparecer algo tan mexicano como la
filial de las Chivas o un nacionalismo absurdo, como Obsidiana Secreta o Lunas
de Octubre.
La intención de los primeros patrocinadores (Coors Light, Gatorade y ETL) apoya el entusiasmo que ya ha despertado en aquellos que vemos la forma de estar pendientes de las actividades.
El riesgo.
Todo lo ajeno al fútbol y sus
vacas sagradas estará supeditado a un par de cápsulas por semana a través de
medios independientes. Razones para temer de una esporádica buena intención ven
en la indiferencia hacia las ligas colegiales ONEFA y la reciente CONADEIP, su
mayor enemigo.
La ventaja respecto a las mentadas
ligas estriba en que sus organizadores sí contemplan esta actividad como un
espectáculo digno de ser difundido, y no en una interminable contienda por ver
quién realiza la mejor preparación física independientemente de las condiciones
económicas de los participantes. El tiempo será quien revele si es posible
fundamentar una competencia cuando los antecedentes parecen estar aún
escondidos, a la espera de mayor interés y responsabilidades.
Imagen: Jioshe Nieblas, QB de
Evil Queens, Culiacán.
1 comentario:
Y CUAL ES EL OBJETIVO DE LA POCA ROPA??? SE PIERDE LA ESCENCIA DEL DEPORTE EN EL UNIFORME
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