Por: Marco Dávila / Editor
La noche que México jugó contra Panamá en el Azteca, teníamos más razones para no ir al estadio que para ver el partido cómodamente por televisión. Era viernes de quincena, y llegar al sur de la ciudad desde casi cualquier punto del DF suponía una travesía de por lo menos dos horas. Además el precio de los boletos no bajó lo que se esperaba. Para acabarla de joder el cielo se veía tan nublado como el futuro de la selección, y es por todos conocido el cómo nos atontamos los chilangos cuando llueve…
La noche que México jugó contra Panamá en el Azteca, teníamos más razones para no ir al estadio que para ver el partido cómodamente por televisión. Era viernes de quincena, y llegar al sur de la ciudad desde casi cualquier punto del DF suponía una travesía de por lo menos dos horas. Además el precio de los boletos no bajó lo que se esperaba. Para acabarla de joder el cielo se veía tan nublado como el futuro de la selección, y es por todos conocido el cómo nos atontamos los chilangos cuando llueve…
Sin embargo 120 mil personas
pensamos lo contrario y llenamos el estadio, muchos de ellos llegados en transporte público desde colonias más cercanas a las ciudades de Pachuca o Querétaro que al centro de las delegaciones de Xochimilco y Coyoacán.
No nos rajamos, pues. Como tampoco
lo hicieron los contados mexicanos que volaron a San José para presenciar el
partido contra los ticos, o quienes seguramente volveremos a llenar el Azteca
contra los neozelandeses el próximo 13 de noviembre. Ni qué decir de aquellos que han vendido sus autos e hipotecado sus casas con tal de presenciar un par de juegos del Tri en algún Mundial.
Estamos con la selección en las
buenas y las malas, como debe ser.
¿Y saben qué? Somos una bola de pendejos.
Perdón por la expresión, pero no encuentro
otra que defina mejor la clase de aficionados en que nos hemos convertido. ¿Inocentes?, no. Hemos visto al Tri en suficientes Copas América, Confederaciones y Mundiales como
para saber que las expectativas que se crean a su alrededor terminan por ser mucho más
altas que la realidad de sus resultados. Tampoco se nos puede llamar despistados.
Hemos sido simple y llanamente unos pendejos.
¿De qué otra forma se nos puede calificar
a quienes aún sabiendo que la selección mexicana nunca ha sido, ni de lejos, el
equipazo que cada 4 años nos venden, seguimos mordiendo el anzuelo? ¿Cómo llamarle a
los que sabiéndonos engañados por los dueños de clubes, dirigentes de la
Femexfut y merolicos de las televisoras, no hemos tenido la inteligencia ni el
valor de decir hasta aquí? Y ojo que para provocar un cambio en la selección no
se necesita desquiciar alguna ciudad con un plantón frente al Palacio de
Gobierno. Basta con dejar de asistir a sus partidos, así se trate de amistosos insípidos
en el Rose Bowl de Pasadena o encuentros
clasificatorios en el Jalisco o el Azteca.
Tampoco vendría mal no volver a comprar
la camiseta oficial, o para el caso la pirata; además del aceite de coche-las tortillas-la
cerveza-el pan blanco-el rastrillo-la Cocacola y cuanta mercancía incluya
el escudo del Tri. Y lo más importante, dejar de ver la transmisión de todos
los encuentros de la selección así como los programas previos, posteriores y de
análisis que se desprendan de sus partidos.
¿Se imaginan qué habría pasado si
el Estadio Azteca hubiera lucido semivacío en el segundo encuentro del
hexagonal? ¿Qué si durante los partidos del Tri en la Copa Confederaciones el
rating no hubiera pasado de los 10 puntos? ¿O si la venta de todos aquellos
productos asociados con la Selección mexicana y sus jugadores hubieran caído un
20%?
La sacudida habría llegado mucho antes. Y más firme.
Hoy, en cambio, tenemos que cruzar los dedos frente al rival más sencillo de entre todos los que estarán jugándose un boleto al Mundial en los repechajes de noviembre.
Así pues, el Tri podrá ser cortina de humo
para muchos de los problemas que carcomen al país; o combo de identidad
nacional que junto a los tres símbolos patrios incluye la narrativa del eterno
perdedor, tan arraigada en nuestro historia, más la esperanza bien mexicana de que
mañana y no ahora las cosas serán mejores con una devoción guadalupana a prueba
de balas. Podrá ser un equipo de futbol, incluso. Pero antes que otra cosa, la selección
mexicana es un producto. Y en tanto éste se venda, y se venda así de
bien, sus dueños no tienen por qué mejorarlo (entiéndase Televisa).
Creo firmemente que el futbol
mexicano no tiene la selección que se merece.
Está en nosotros apresurar el cambio.
10 comentarios:
TOTALMENTE DE ACUERDO !
NO ESTOY DE ACUERDO, CREO QUE MAS QUE ESO, SOLO SON AFICIONADOS A QUIENES LES GUSTA EL FUTBOL, SI EL EQUIPO NO GANA, ES MUY ACEPTABLE EL HECHO QUE ESTEN CON ELLOS HASTA EN LOS MALOS Y PEORES MOMENTOS, TODOS SABEN QUE EL EQUIPO ES SOLO UN PRODUCTO, Y GUSTAN DE APOYAR POR SE UN DEPORTE POPULAR
mas que pendejos siento q la aficion mexicana es muy noble y no sigue a los 11 q estan en la cancha sino a lo q representan esos 11, claro estoy de acuerdo en los demás puntos que si se dejan de comprar productos y de asistir al estadio la sacudida hubiera llegado antes y mas firme pero ¿como hacer conciencia en la gente para que pase? y yo tambien fui al Azteca vs Panamá desde Zamora, Michoacan fui a sufrir y a gritar como loco con la chilena de Jimenez
Completamente de acuerdo! no deberíamos de apoyar a una Selección que solo ha demostrado que NO LES INTERESA EN LO MAS MINIMO ir al Mundial o ya siendo muy patriotas, enseñar de que estamos hechos los mexicanos, yo creo en mi País y creo que en cada mexicano hay un ser que lucha y quiere crecer y prosperar muy a pesar de nuestro contexto medicore y gobierno corrupto, sin dejar afuera a todos aquellos empresarios que solo velan por sus intereses (Femexfut, Televisa, TV Azteca, Bimbo, Banamex, etc) México no merece ir al mundial muy a nuestro pesar!
Completamente de acuerdo. Por cierto, ¿a qué hora sales por el pan?
estoy de acuerdo ademas mexico es un equipo mediocre que no juega a nada soy un gran aficionado y por eso me da coraje que mexico sea tan poca cosa o se deje manipular por TELEVISA. YA VASTA.................... NO CREEN?
Totalmente de acuerdo con la parte de dejar de consumir artículos que representen a la selección, yo soy aficionada del fútbol pero si queremos un cambio debemos de tomar acciones inmediatas y eso de ser una afición pendeja tal vez si lo somos pero es más bien defender al equipo hasta el final y esa selección antes representaba el esfuerzo de los mexicanos del día a día, ahora solo representa el esfuerzo de televisa... en mi opinión México debería de quedarse en su casita, no ir al mundial (porque de plano no se lo merecen) y hacer que los ricos dejen de ganar dinero no???
Las razones son muy buenas, lógicamente aceptables, el problema es que muchos mexicanos NO ENTIENDEN, AHI TIENES COMO EJEMPLO DE BRUTUS INADMISIBLE EL REGRESO DEL PRI A LOS PINOS, Y CON ELLO EL PODER QUE AHORA, MÁS QUE NUNCA, PROTEGE A TELEVISA. AH, NO SE LES OLVIDE SU APORTACIÓN AL TELETÓN, TELEVISA SE LOS AGRADECERÁ COMPRÁNDOSE PARA ELLOS SOLOS LO QUE ELLOS QUIERAN.
Hola Marco! Tiempo sin vernos, pero aquí seguimos. Es muy acertado lo que dices y estoy de acuerdo. Esta afición sigue siendo demasiado borrega y por supuesto que tiene gran parte de la culpa de que la selección sea un producto tan chafa. Como los individuos que conforman esa afición tienen un nivel de conciencia bajo, se prestan a lo que sea, a "apoyar en las buenas y en las malas"... (Por cierto, ¿cuándo hemos estado en las "buenas" a nivel de selección mayor?) Y precisamente por ese bajo nivel de conciencia, ese aficionado no es consciente de que tiene la sartén por el mango y que puede realizar un boicot sumamente efectivo para hacer que las cosas cambien. Y las medidas que debería tomar son bien sencillas, ya las mencionaste. Pero me da la impresión de que los dueños del circo aprovechan en una forma muy perversa el hecho de que muchos aficionados se encuentran viviendo un auténtico drama nacional cotidiano (miren nomás como está Michoacán) y la selección -aunque ande tan mal- es un buen pretexto para evadirse de esa realidad aunque sea por un rato para un buen número de mexicanos. Este es uno de los factores que se me ocurren. No justifico al aficionado apendejado y villamelón, porque si de evadirse hablamos, lo mejor es agarrar un buen libro, lo hemos comentado muchas veces. Pero en cambio ahi siguen muchos, haciéndole el caldo gordo a una bola de ojetes. La conclusión es paradójica pero simple: respetable aficionado, si quieres que el nivel de tu liga y tu selección mejoren, no los veas. Castígalos un rato y verás como se ponen las pilas para que la cosa funcione
Pregunta ociosa que me surgió de esta lectura: ¿Cuándo fue la última vez que México jugó un juego clasificatorio en el Jalisco? ¿O amistoso?
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