De cara al inicio de los Juegos Olímpicos, y al margen de lo
que suceda con la Delegación Mexicana en el transcurso de éstos, ningún otro
equipo en dicha delegación ha recibido la misma cobertura o generado las mismas
expectativas que el de futbol varonil.
Así pues mientras que del resto del contingente apenas
conocemos uno que otro nombre, de los futbolistas sabemos los apellidos,
números, posiciones y equipo de procedencia. De igual forma, y gracias a los
comentaristas que confunden el periodismo deportivo con la nota rosa, hemos
conocido el contenido de sus playlists así como sus romances con actricillas de
telenovela.
Todo ello le ha conferido una importancia desproporcionada
al torneo olímpico de futbol, como si las medallas que otorga fueran más
valiosas que las de cualquier otro deporte. Esto no es así, por supuesto, y en
tanto las reglas de puntaje en el medallero no cambien, una presea dorada en
futbol vale exactamente lo mismo que una de oro obtenida en equitación o lucha
grecorromana.
El mérito por obtenerlas es lo que las hace radicalmente
distintas. Y es que mientras la selección mexicana está compuesta por
futbolistas de tiempo completo cuyos sueldos mensuales no bajan de los 250 mil
pesos mensuales, el resto de los deportistas mexicanos en Londres 2012 dependen
de apoyos económicos, entre becas y patrocinios, que a duras penas alcanzan los
8 mil pesos a la quincena.
Los primeros entrenan en un Centro de Alto Rendimiento que
ya quisieran en Brasil o Argentina, además de que cuentan con un ejército de
nutriólogos, médicos, kinesiólogos y psicólogos. Los segundos en cambio se
prepararon en instalaciones deficientes, muchas de ellas construidas para los
Juegos Olímpicos de 1968, y no tienen más apoyo que el de un entrenador que a
veces tiene que cumplir las funciones de
doctor/psicólogo/motivador/representante
y hasta maletero.
A pesar de esas claras desventajas las pocas medallas
olímpicas de México han sido producto de la caminata, los clavados, el
taekwondo, la equitación, la natación, la esgrima, el ciclismo, la lucha grecorromana, el box, el
atletismo y la fuerza descomunal de la hermosísima Soraya.
¿Y el futbol? Bien,
gracias.
A ver si después de los millones de pesos que le han
invertido, más el tiempo que tuvo para prepararse y el nivel de los futbolistas
con los que cuenta, ésta selección olímpica es capaz de traerse una medalla.
Sin triunfalismos, eso sí, porque mientras para el futbol mexicano una presea debería
ser una obligación, para cualquier otro deporte es un verdadero acto de
heroísmo.
7 comentarios:
algo de lo que acá arriba se comenta. en referencia a los segudnos, obviamente.
http://www.proceso.com.mx/?p=315371
A favor del fútbol olímpico quiero decir un par de cosas: Brasil nunca ha ganado la medalla de oro, Paraguay ha ganado la única medalla olímpica de su historia gracias al fútbol en Sidney 2000 y un sinfín de africanos jóvenes han sido vistos por el mundo en ese torneo.
El fútbol no es relevante dentro de los olímpicos, pero las olimpiadas sí resultan importantes para el fútbol. Si la selección logra un buen resultado será importante para ella misma, sería un buen agregado a la medalla Panamericana, al torneo de Toulón y al tercer lugar del Mundial Sub-20.
Este puede ser un pequeño paso en camino a Brasil 2014.
Moscardeta el texto no se refiere a que logros se hallan onbtenido, se trata de una desigualdad entre apoyos deportivos, que bueno que conoces los logros de la seleccion, ojala,conocieras los logros de Lino Montes, Maria Espinoza, etc etc, se ve dejas que los medios hablen por ti, no te creas todo lo que dice televisa deportes, te un poco de,criterio pequeño amigo
Pues lea con detenimiento: yo sólo resalto la importancia de los olímpicos para la selección. No estoy contradiciendo la teoría de que los demás atletas se esfuerzan más, ni de que su esfuerzo vale más.
Bueno, para comentar acerca de las ayudas que tiene la FMF y las otras federaciones no: La CONADE tiene un presupuesto anual de arriba de seis mil millones de pesos y el contrato de Chivas con Televisa es de tres mil y tantos millones de pesos por derechos de transmisión.
Sobra decir que la CONADE NO aporta presupuesto a la FMF. Somos nosotros mismos los que no apoyamos al deporte nacional por nuestras preferencias deportivas. Habría que empezar a acudir a los estadios de Judo, por ejemplo.
Claro, también los federativos se roban el dinero, como en todo. Con cuentas claras no dudaría en pensar que el presupuesto que les llegaría a los atletas sería del doble. Pero luego ellos mismos son los federativos del futuro y la cosa nunca cambia.
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