A TODOS AQUELLOS QUE NO AMAN EL FUTBOL

Los aficionados a muchos otros deportes nos envidian. Yo conozco varios que darían lo que fuera para que la NBA o el béisbol de Grandes Ligas recibieran una cuarta parte de la cobertura mediática que se le da al futbol en nuestro país. Y a muchos, demasiados quizá, que se cortarían un dedo de la mano izquierda con tal de que la temporada de la NFL durara todo el año.

Pues bien, a aquellos que quisieran desayunar, comer y cenar su deporte preferido como nosotros podemos hacer con el futbol les tengo una advertencia: cuidado con lo que desean. Se los dice una persona que ama al futbol, que juega futbol, que ve futbol, que escribe sobre futbol, pero que está hastiado con el exceso de futbol que se ha venido dando en los últimos años.

Todos los días se transmiten entre 3 y 5 partidos amistosos y no amistosos de Copa, de Liga, de clasificación, de homenaje, de recaudación, de reencuentro, sub 17, sub 20, sub 23, mayores, femeniles y varoniles. Esto tan solo de lunes a jueves, pues si también incluyéramos el fin de semana la cifra de juegos aumenta un cero.

Imaginen la liga o torneo del deporte que más los apasiona (NFL/NBA/Liga Mexicana de Béisbol/Liga del Pacífico/Mundial de Rugby), multiplíquenla por 10, y no estarán ni a la mitad del bombardeo al que nos somete el futbol. Hablo en plural porque no creo ser el único pambolero que agradecería si el futbol de todo el mundo instaurara una pausa anual. Un respiro de un par de meses que nos ayude a digerir todos los partidos que vimos; que nos permita sacar conclusiones y nos obligue a extrañar el deporte que tanto amamos.

¿Cuándo fue la última vez que dijimos “me muero porque empiece el futbol”? Unos 10 años, mismos que se traducen en 20,000 partidos. 

Por eso si tu deporte es otro distinto al nuestro, no tienes nada que envidiarnos. 

Más bien evita que al tuyo le pase lo mismo.