Hace un par de semanas fui al Estadio Azul. Jugaban el Cruz Azul y los Gallos de Querétaro. Si bien la combinación no ameritaba aparecer en ningún cartel pensé que podría ser una buena oportunidad para llevar a mis sobrinos de 4 y 8 años a ver su primer partido de futbol. Uno de ellos, el más grande, no muestra ningún interés por el deporte más bello que existe por lo cual exponerlo a una cancha de verdad era algo, desde hace tiempo, prioritario. Tal vez ahí, entre las banderas y los gritos de las porras lograría engancharse de por vida con el juego del hombre. Desafortunadamente el Maestro Reynoso llegó decidido a firmar un empate a cero, por lo cual los bostezos en las tribunas pronto se transformaron en reclamos por parte de mis sobrinos: “¿cuánto falta para que termine?” “¿Ya ves? por eso no me gusta el fut” “Mejor hubiéramos ido a Six Flags”.
Me sentí el peor tío del mundo. ¿Porqué carajos los había traído a este juego? Era mejor esperar a un América-Chivas, América-Pumas o Pumas-Cruz-Azul. O tal vez no. A fin de cuentas una de las normas de nuestra liga es que los partidos que generan mayor expectativa casi siempre resultan ser los más aburridos.
Tanto que cualquier mal pensado concluiría que entre los futbolistas de los clubes más populares hay una extraña conjura para reventar la credibilidad de los “expertos” de Televisa y TvAzteca.
Los de San Angel se pasan dos semanas calentando el “Superclásico” y garantizando, como si tuvieran una bola de cristal, que habrá más emociones que en la Casa de los Sustos. Pero llega el tan anunciado evento y con él las ganas de dormir, porque no me van a decir que el Clásico de hace unos días fue un partidazo por mucho que el arquero Chiva volara de un lado a otro para capturar la foto que le asegure un puesto en el 11 del Mundial. O que el choque de ayer entre Águilas y Pumas fue imperdible. Por favor. Hubiera sido mejor ver la repetición de cualquier capítulo de Friends doblado al español.
Con los del Ajusco pasa lo mismo, sólo que los partidos que ellos cacarean son los de Querétaro, Santos o Morelia. Perdón amigos de tan hermosas ciudades pero qué hueva. A lo que más aspiran Luis García y sus paleros es a que la Máquina ande bien y después de no sé cuántos años logre ganarle al América.
Los de San Angel se pasan dos semanas calentando el “Superclásico” y garantizando, como si tuvieran una bola de cristal, que habrá más emociones que en la Casa de los Sustos. Pero llega el tan anunciado evento y con él las ganas de dormir, porque no me van a decir que el Clásico de hace unos días fue un partidazo por mucho que el arquero Chiva volara de un lado a otro para capturar la foto que le asegure un puesto en el 11 del Mundial. O que el choque de ayer entre Águilas y Pumas fue imperdible. Por favor. Hubiera sido mejor ver la repetición de cualquier capítulo de Friends doblado al español.
Con los del Ajusco pasa lo mismo, sólo que los partidos que ellos cacarean son los de Querétaro, Santos o Morelia. Perdón amigos de tan hermosas ciudades pero qué hueva. A lo que más aspiran Luis García y sus paleros es a que la Máquina ande bien y después de no sé cuántos años logre ganarle al América.
Así pues salí del estadio cargando no sólo mi propia desilusión, sino la de dos pequeños que tal vez ya nunca dejarán de hacer lo que sea con tal de ver a 22 pelados pateando una pelota.
Dos horas más tarde, estando solo en mi casa, prendí la tele para ver si encontraba alguna película interesante. No me detuve en ninguna, pero hubo algo que me entretuvo más que cualquier título disponible: en el Estadio Jalisco el Atlas, siempre entretenido gane o pierda, empataba a 3 con el Atlante.
Chingao. Qué lástima que mis sobrinos no viven en Guadalajara.
4 comentarios:
¿Que no era en este blog donde proclamaban a los cuatro vientos que el "verdadero clásico" era el pumas-amierdica?
Ahistan, sus pinches partidos aburridos.
No se que edad tengan tus sobrinos, pero es muy dificil tratar de inculcarles el amor y la pasion a este deporte, de manera personal te comento que yo fui un niño asi, odiaba el futbol, es mas, ningun deporte me gustaba solo queria jugar con mis amigos y hacer muchas cosas que no tienen nada que ver con un deporte, a la edad de 14 años fue cuando comence a enamorarme de este deporte, Obvio convertirme en fiel seguidor de las Super Aguilas del America, pero ¿como paso esto?, sencillo, todos mis amigos les gustaba el futbol, lo sabian jugar, se sabian las reglas, y para no sentirme excluido comence a estudiarlo y a verlo, a apreciar las jugadas, los goles, las atajadas y despues de eso tratar de imitarlo y asi fue como me apasione de este deporte. Dales su debido tiempo y procura llevarlos a un buen partido, donde creas tu que habra por lo menos 2 goles.
http://espartanosfc.blogspot.com/
Es que ya no la chingas, cómo se te ocurre llevarlos a ver un partido así. Más aún, cómo se te ocurre llevarlos a ver al Cruz Azul. No hay un equipo más de hueva. Para la próxima te recomiendo que les prendas la tele en un juego del Barcelona.
Estreno de CRACKS
sábado 24 de abril a las 18:45
http://academiadefutbolistas.blogspot.com/
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