Por: Marcelo Rodríguez
Los chicos repasan nombres difíciles de pronunciar, ejercicio que adquirieron a través de la PlayStation. Los más grandes –llamativamente– también hablan de Keita, Ibrahimovic, Kanouté, Touré, Diarra, Adebayor, Rooney, Cristiano Ronaldo como si alguna vez hubiesen gritado un gol de esos jugadores que no conocen Argentina ni por fotos. Si se quiere, hasta Messi es extraño para el fútbol argentino. Nunca jugó en algún equipo del país en que nació y en la Selección todavía no es el superhombre que arranca elogios por sus partidos surrealistas en el Barcelona. Comparado con el currículum del rosarino, Higuaín puede ser considerado un producto nacional; paradójicamente, con apenas un puñadito de partidos jugados en River.
Identidad perdida o expropiada, el fútbol argentino ha perdido importancia para los argentinos. Por estos tiempos, su lugar fue asaltado por el desembarco mediático de imágenes futuristas (3D), campos verdes, artificialmente verdes, y jugadores marketineros. A la venta, por si acaso, se le pone el sello propio. En el último derby Real Madrid-Barcelona se anunciaban las presencias (además de los pichichis de la Liga) de Gago, Garay y Milito. Y el hincha, que ya es más de televisión que de cancha, compró el plato servido en bandeja. Menú a la carta para ver futbolistas de élite, nacidos o criados a miles de kilómetros de Buenos Aires.
El sábado pasado hubo huelga de sillones en casa, a pesar de que ahora la fecha completa de Primera del fútbol argentino se transmite por televisión abierta. Convencidos de que el gran espectáculo viene enlatado, los hinchas buscaron bares suscritos a DirecTV. Sólo por ese sistema de televisación podía verse Real Madrid-Barcelona. Nadie se quejó. Ninguno boicoteó el espectáculo por sectario y exclusivo. Ni uno alzó la voz para encender la protesta. Calladitos, los hinchas hicieron lo posible por ver el partido. El único que llamaba la atención. El único del que hablaban los chicos y los grandes.
El fútbol también avisa: otra vez nos han impuesto la cultura.
7 comentarios:
Estupendo post, buena incorporación de este bloggero.
No entedí :(
Conozco el lugar de la foto.
Clásico complejo tercermundista: culpar al "imperio" de los males de nuestra sociedad. A lo mejor si la liga argentina fuera lo mitad de buena que las europeas, la gente le pondría atención y no verían futbol imperial. Pero no, el chiste es hacerse la víctima.
Messi jugo en las divisiones inferiores del Newell´s por lo que si jugo en un equipo argentino... digo si lo quieres ver asi
La liga de argentina es un poco mas de la mitad de buena que las europeas, la mexicana no es ni la mitad de buena que la argentina. Ademas es el complejo de un resentido, en cuyo caso la víctima podrías ser tu por caer en su juego.
No se trata de si la liga Argentina es mejor o no que la Europea o la Mexicana, se trata de que algunos de nuestros jugadores se parecen más en su modo de pensar a los Europeos que a los Argentinos, y calculo que ustedes opinan en contra de esto porque no conocen Argentina, y en este país que se respira futbol hay todo una cultura en torno a esto No solo es un partido, es la previa en el café con los amigos, o la familia, el después del partido en una parrilla y en la semanan en el club. Por lo tanto amigos mexicanos en Argentina no son solo 90 minutos lo que dura un partido, sino que lo importante es el todo.
Por eso lo mas grande es Diego el mejor de todos los tiempos que nunca se olvido como se vive en su país, Gracias D10S una vez más.-
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