26 feb 2010

CRUDA FUTBOLERA


Cada día hay más partidos de futbol. Más y más y más. Que si la Champions, que si la FA Cup, que si la Premier League, la Liga Española, el torneo Bicentenario, la Serie A, el Mundial, la Copa Libertadores, la Sudamericana, la de Oro, la de Plata, la de Latón. El chiste es que no hay un solo momento donde la televisión no esté transmitiendo algún juego. El que sea. Ustedes dirán “qué carajos tiene de malo. Es más, que no paren hasta que haya un partido tras otro en todos los canales, todo el año.” 

Yo alguna vez pensé lo mismo porque vaya que me gusta este deporte. Sin embargo hoy en día echo de menos los vacíos de futbol; los periodos donde las ligas de todo el mundo descansaban y uno contaba las horas para que se transmitiera el primer juego de la temporada.


El futbol en ese entonces era como la novia que sabía guardar la distancia; que te dejaba aire, no te atosigaba y hacía que cada tanto la extrañaras. Hoy es como una mujer celosa y posesiva que no te suelta ni para ir al baño. Es la campaña publicitaria de Coca-Cola de hace algunos años (1996) hecha realidad: come futbol, sueña futbol, vive futbol… a lo cual habría que añadir el cágalo, vomítalo, inyéctatelo, embárratelo. Estamos saturados de futbol y en esa orgía de goles que parece no detenerse con nada uno encuentra pocas perlas y demasiada paja. A pesar de eso siempre habrá un par de millones de espectadores que se avienten un partido de la MLS un martes a las 12 de la noche, o un San Luis-Santos en el infame Interliga. Me ha tocado ver, no es broma, el resumen de los torneos hondureño y guatemalteco a las 3 de la tarde por ESPN. Y desgraciadamente no soy el único tarado frente a la tele. De lo contrario no habría ninguna marca patrocinando ese espacio y bueno, uno no podría ver los golazos del Motagua. 


Tampoco se trata de volver a la época en que salvo Real Madrid los equipos de Europa eran perfectos desconocidos. Qué bueno que hoy en día el Chelsea y la Roma, por mencionar sólo un par de equipos, sean tan conocidos en México como Santos o el Atlante. Qué bueno que los chavitos que juegan en el patio de una escuela puedan escoger ser Fernando Torres o Alessandro del Piero tanto como Cuauhtémoc Blanco o Giovanni dos Santos. Pero insisto, una cosa es que uno pueda ver el mejor futbol del mundo y otra muy diferente es que transmitan partidos de la liga peruana. Claro que la culpa no la tienen las televisoras ni los anunciantes. La culpa la tiene uno por conformista y por ocioso. Empezamos como aficionados y nos transformamos en consumidores embrutecidos que compran lo que sea con tal que esté relacionado con el futbol: desde unas papas fritas que traen estampas de jugadores hasta un pañal de bebé con los colores de la selección. Prueba de ello serán los partidos más intrascendentes que nos trae la jornada de este fin de semana: Toluca-Indios, Querétaro-Santos, Puebla-Jaguares, Tigres-Morelia. A que en cada uno de ellos habrá más de 10 puntos de rating.

3 comentarios:

FI dijo...

Considera el raiting por las aficiones de los equipos locales. Digo, yo no me animo a ver el Toluca-Indios si mañana en la mañana no tengo nada que hacer.

El Estudiantes-América si lo veo. Da morbo el ver un juego así en el Jalisco.

Cempazúchitl dijo...

Ya habían publicado una entrada parecida hace tiempo. Cuando un blog empieza a repetirse hay que pensar en cerrarlo o renovarse por completo.

Ric dijo...

Si esto ya lo habían publicado. Que pasa ya no tienen inspiración