8 jul 2009

CR9, no te olvides del llano.



Aquí uno no está acostumbrado a ninguna clase de lujo. Se juega en una cancha pequeña donde el pasto apenas existe en las esquinas. Lo demás es un mar de lodo cada que cae un aguacero. Pero es mejor así, porque cuando no llueve el medio campo se tapiza de rocas, corcholatas que llevan siglos enterradas, tierra seca. Y duele barrerse. Duele caer. Duele ser portero y tener que atajar una, dos, tres veces la pelota que ya para el segundo tiempo empieza a perder su forma de melón y se transforma en sandía.

Por supuesto no hay vestidores. Tampoco hay baños. Hay eso sí, sobre la línea de meta, un par de pirules viejos y una maleza que esconde lo que sea. En la banda izquierda tenemos una reja, después de la reja una barranca, después de la barranca una colonia perdida, y después de la colonia perdida la nada. Si vuelas el balón olvídate de él y trae uno igual para la próxima cáscara. Cuesta más o menos $350. Jugar aquí cada fin de semana tan sólo $50.

Yo pago a tiempo la cuota pero por alguna razón siempre acabo debiendo. Y ni cómo discutir. El que lleva los números es el que tiene la llave del campo, el que carga el costal de balones y el que mete todos los goles. Parece no importarle que las redes de las porterías estén podridas o que las líneas del área chica sean tan sólo un recuerdo de temporadas pasadas. En esta cancha que pide demasiado, que te quita lo que puede, el que quiere jugar tiene que dejar algo a cambio. Y no todo es dinero. Están también los ligamentos rotos, los meniscos desgastados, los desgarres recurrentes, los autogoles, los penales al poste, los gritos de “ponte una sotana”, las madrizas colectivas, los raspones en las nalgas, los balonazos a la cara, el tabique desviado, la ausencia en la boda de un amigo, los pleitos con la novia, el consejo del doctor “ya estás grande para seguir jugando”, el de la mamá “¿otra vez andas lastimado?”, el olor a Iodex en lunes por la mañana, las vendas rasgadas, el fantasma de un gol fallado.

Parece un precio excesivo. Pero cuando tienes una tarde inspirada y sales sobre los hombros de los demás... cuando por un segundo en alguna jugada de ensueño vuelves a ser un niño que logró imitar a la perfección el pase de Platini o el gol de Maradona, te das cuenta que pagarías el cover una y otra y otra y otra y otra y otra vez.

Por eso no se puede entender la forma en la que Madrid se ha rendido a los pies de Cristiano Ronaldo. El tipo es guapo, tal vez más talentoso que Messi y acaba de ser fichado por el equipo más ganador de Europa. Vive la suma de los sueños de todos los niños de Portugal, Brasil y China juntos. Y encima cobra por jugar. Está claro que a ese nivel nadie lo hace gratis, pero llenar un estadio por ver el saludo de un delantero que cobrará más dinero del que generan muchos países africanos en 5 años no es sólo populachero sino vulgar.

¿Se acordará Ronaldo de su niñez en Madeira cuando jugaba con porterías hechas de latas y piedras? ¿Disfrutará tanto como entonces una rabona o una gambeta? Con la cantidad que va a ganar, si no se muere de felicidad más vale que nos lo haga creer. Y más vale que no tarde mucho en sacar conejos de la chistera.

En el llano del que les he platicado, donde los “Ronaldos” y “Riquelmes” no necesitan de aplausos para ser los héroes del día, lo queremos ver sudar sangre. Queremos que en cada partido nos regale al menos un milagro.

No por nada se llama Cristiano.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Guau!

Dacoor dijo...

Muy buen post... muy acertada tu visión del tema... saludos

gorubu dijo...

Le deseo lo mejor, pero no creo que CR acabe rindiendo al nivel que se espera. Tengo la sensación de que será un caso parecido al de Beckham: mucho ruido a su llegada, millones de camisetas vendidas, un inicio prometedor, y luego solamente detalles, destellos de un fútbol que sin duda atesora. Pero desafortunadamente, hay muy pocos jugadores que están preparados para ganar estas obscenas cantidades de dinero. Tal vez se lo merezcan, pero no deja de ser una bofetada para los demás oficios y profesiones.
En fin, veremos si este hombre es capaz de revertir la racha del Madrid, o al menos de aportar una cuota importante de juego y de goles. Cuenta con la gran ventaja -como ya quedó demostrado desde su presentación- de que el aficionado madridista parece rendirse incondicionalmente a los pies de todo aquel jugador extranjero con cierto cartel que llega a sus filas, casi al extremo de someter a la ignominia a las figuras surgidas de su propia cantera y forjados en el club. Florentino Pérez parece insistir en abrir la chequera y endeudar al Madrid para traer jugadores foráneos a un precio desorbitado, pero es algo que en poco tiempo le saldrá carísimo, deportivamente hablando, a un equipo que no logra hacer debutar a un jugador prometedor hecho en su seno desde hace muchas temporadas, lo cual debería tenerlos al menos preocupados.

Mario Aguirre dijo...

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¡Saludos!
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