19 dic 2009

Equipos que no merecen a su afición


-Para el NEB.

Una escena que me ha conmovido como pocas: partido de vuelta de la gran final entre Pachuca y Tigres. El “Volcán” lleno a reventar. El marcador en desventaja para los de Monterrey. De pronto cae el gol que los acerca al título. La cámara enfoca al jugador (no recuerdo su nombre) y enseguida a las tribunas. ¿Qué hay ahí? Una multitud convertida en pastizal amarillo meciéndose de un lado a otro y sobre ella, de pie en la alambrada, un joven que se mueve a un ritmo más lento, que sostiene un grito de gol por no sé cuánto tiempo y no para de llorar. Media hora después Pachuca da la vuelta olímpica y Tigres, una vez más, se queda en la raya.

Han pasado muchos años y aunque Tigres está a punto de descender no sería nada raro volver a ver al mismo joven sobre la alambrada. Porque hay aficiones que aguantan todo. Absolutamente todo. Y equipos que simplemente no las merecen. ¿Me estás oyendo, Cruz Azul?

¿Qué le puedes decir a tu afición, la que te sigue por todo el país y se comporta de forma más educada que ninguna? ¿Cómo justificas tantos años de no haber ganado nada? Tengo muchos amigos que le van a la “Máquina” y casi todos ellos comparten, sin saberlo, el mismo ritual: durante la temporada juran como mujer golpeada que ya no van a querer al amor que tanto los hace sufrir. Pero al primer chispazo de bondad, de esos que Cruz Azul prodiga a mares, renuevan su esperanza. Y ahí están, año tras año, caminando por Insurgentes, comprando impermeables de plástico azules, haciendo entradas dignas cuando juegan contra Jaguares. ¿Y qué han recibido a cambio? A Landín, a Yosgart Gutiérrez, al “Chelito” consagrándose en Europa.

Mientras tanto la Monumental levanta la mano y dice “¿a nosotros qué nos toca?” Porque el América, querido lector, tampoco se queda atrás. Lo que antes fue el equipo más espectacular de México ahora es la página central de programas como “La Oreja”. Hace mucho que la afición águila espera escuchar en la voz de Melquíades una formación que reviente desde el vestidor a sus rivales. ¿Te acuerdas? Zelada, Manzo, Bravo, Tena, Trejo, Ortega, Luna, Brailowsky, Bacas, Aguirre, Outes. Si en el 84 todavía no nacías entonces te dejo con Santos, Edú, Toninho, Kalusha, Biyik, Zague, Blanco, Ruggeri.

Ahora en cambio, ¿a quién presume? A un tal Basajeur, si es que así se escribe su apellido. Vividores van, vividores vienen al igual que entrenadores y presidentes. ¿Y la afición? Pues que se chingue, que si quieren espectáculo Televisa les hace telenovelas.

Cosa ingrata que es el futbol. Como aficionado escoges un equipo y ahí te quedas. No hay draft de seguidores. No hay cambio posible. Si fuera así, equipos como el Necaxa y Tecos de mediados de los 90, o como el Atlante de ahora, tendrían llenos absolutos con miles y miles de ex-felinos, ex-cementeros y ex-americanistas.

1 comentario:

Libres y Lokos! dijo...

Los rayados de Monterrey tampoco se quedan atrás. 2 campeonatos en 40 años no es una buena carta de presentación. También está el Atlas, que desde la época en que el futbol se transmitía en radio no es campeón.