Las recientes declaraciones del "Piojo" Herrera sobre la abstinencia sexual que impondrá a los seleccionados durante el Mundial de Brasil me han hecho recordar una de las anécdotas más bizarras de México '86.
Ésta tiene que ver con varias modelos escandinavas corriendo
desnudas y borrachas en los pasillos de un hotel colonial en la entonces
apacible y ultra conservadora ciudad de Querétaro. Detrás de ellas, aunque a
veces también por delante o encima, todo dependiendo del rincón en que se
encontraran, estaban los futbolistas, borrachos también y con media cajetilla
de Camel en los pulmones, del único equipo además de Brasil que ganó sus primeros 3 partidos de grupo en el Mundial. Nos referimos a la selección de Dinamarca,
magnífica aplanadora también conocida como “Dinamita Roja”.
Debo advertir que no tengo forma de comprobar si los hechos
antes descritos sucedieron así, o si el
comportamiento de los jugadores daneses y sus mujeres fue más parecido al de un
grupo de odontólogos en congreso que al de una banda de rock que lleva ocho
meses de gira. Lo que está fuera de toda duda es que a los seleccionados nórdicos les estaba permitido tomar cerveza durante la cena, consumir tabaco y
lo más importante- dormir con sus parejas. O sea beber, fumar y coger todo lo
que quisieran antes y después de cada entrenamiento.
Mientras tanto las selecciones que enfrentarían a Dinamarca
en el llamado "grupo de la muerte" entrenaban dos veces al día, sobretodo la
alemana, y sus jugadores compartían habitación con un compañero de equipo. Encima
solamente podían ver a sus parejas un par de horas por las tardes y a la vista
de todos, no fuera a ser cierto lo que afirmaban muchos científicos y
entrenadores de la época- que durante una competencia de alto nivel la
actividad sexual puede disminuir el rendimiento de un atleta hasta en un 25%.
Todo hacía pensar, pues, que los daneses no llegarían en buena
forma a su debut en Copa del Mundo contra la poderosa selección de Alemania y
que para sus siguientes partidos contra Escocia y Uruguay estarían eliminados. Grave error.
La selección de Dinamarca superó a sus primeros
dos rivales de grupo con un futbol práctico y veloz que por momentos hizo
recordar a “La Naranja Mecánica” de los años 70. Al tercero, Uruguay, lo
masacró con seis goles que bien pudieron haber sido diez. Así pues, al término
de la fase de grupos el equipo al que nadie quería enfrentar en octavos de final
no era Brasil, Francia o la Argentina de Maradona, sino la sorpresiva Dinamarca.
Tampoco es que los daneses la tuvieran muy fácil, pues su
rival en turno resultó ser la misma selección que dos años antes los
había vencido en las semifinales de la Euro ’84. Se trataba de España, equipo encabezado por Emilio "Buitre" Butragueño- si no el delantero más letal que haya vestido la camiseta roja, son duda el más educado.
Un dato que hemos olvidado mencionar y resulta clave para la
anécdota es la nacionalidad de Sepp Piontek, seleccionador de los “Vikingos”. No era danés,
como la atmósfera un tanto Montessori en el campamento escandinavo podría
hacernos creer, sino un alemán hecho y derecho, lo cual podría explicar las
medidas disciplinarias que implementó en su equipo una vez hubo
alcanzado los octavos de final. De la noche a la mañana restringió el consumo de
cerveza a dos por jugador, les prohibió fumar en las áreas comunes y lo peor de
todo, envió a sus parejas a un hotel aledaño. Nada de sexo, pues, en la víspera
del partido contra los españoles en el estadio de La Corregidora. La
lógica indicaba que si bajo una disciplina laxa su equipo había volado en
la primera ronda, con estas nuevas medidas resultaría invencible en los octavos.
Lo que el alemán nunca tomó en cuenta fue que su equipo ya había
alcanzado el máximo nivel al que podía aspirar, que con ese futbol era casi
invencible, y que una buena dosis de sexo tuvo mucho que ver en el asunto.
Así pues, privados de sus Carlsberg más un par de buenas
nalgas, los futbolistas escandinavos perdieron 5-1 en un partido donde tuvieron
la movilidad de un yunque. Nada que ver con ese futbol dinámico y espectacular que
mostraron en la primera ronda y que llevó a las casas de apuestas más
importantes del Reino Unido a colocarlos en semifinales. Éstas se jugaron diez
días después del partido en Querétaro y los daneses tuvieron que mirarlas por
televisión en algún bar de Copenhague.
Seis Mundiales más tarde hay pocas selecciones donde se prohiba la actividad sexual durante la Copa del Mundo.
Por órdenes del "Piojo", México será una de las pocas excepciones. Ojalá no le salga el tiro por la culata; o peor aún, sus partes nobles.
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