Por: Daniel Salinas Basave
Hay jugadores cuyas hojas de vida son extraordinarias y sin embargo no alcanzaron nunca ese instante sublime. Carreras un poco más democráticas en donde la libre asociación mental puede llevarnos a distintos goles, distintas jugadas, o simplemente un rostro, un estilo, una camiseta.
Enzo Francescoli es quizá el único jugador leyenda que produjo Uruguay en las dos últimas décadas del Siglo XX. Fino, elegante, principesco, Francescoli fue sin duda un jugador más completo que Ghiggia, con la diferencia de que él no tuvo la fortuna de anotar un gol para cambiar la historia.
Enzo Francescoli anotó un solo gol mundialista en su carrera. Un gol que casi nadie recuerda y que es posiblemente el gol menos glorioso o acaso el más miserable de Uruguay en la historia de los mundiales. Lo anotó en México 86 en el humilde estadio de la marginada Ciudad Neza. Un solitario y triste penal contra Dinamarca (eso sí, excelentemente ejecutado) en medio de una masacre en la que los daneses despedazaron 6-1 a los charrúas, a la fecha la más humillante derrota de un equipo uruguayo en un mundial.
(Fragmento de "El Minuto de Alcides")
No hay comentarios:
Publicar un comentario