Hasta hace algunos años el único Ronaldo
del que habíamos escuchado era el 9 de la selección brasileña, que ya por
entonces comenzaba a verse un poco pasado de peso.
Del otro, el portugués, no sabíamos nada. Era uno más entre los millones de niños alrededor del mundo
que sueñan con convertirse en el nuevo Platini o Maradona. Sólo que él, a diferencia de los demás, sí lo consiguió.
Su incuestionable talento hizo que en tan
solo 8 años pasara de promesa en el Club Nacional de su natal Madeira a rock
star en el Manchester United, donde tras 84 goles en seis temporadas Real Madrid le firmó un cheque con muchos ceros.
¿Cuántos exactamente? Suficientes para comprar todo lo que se
te ocurra, salvo dos o tres cosillas. Por ejemplo, un amigo al que no le importe el dinero o una Top Model que por amor esté dispuesta a seguirte hasta el Zacatepec.
Tantos ceros tampoco le sirvieron para ser el favorito de
una afición que ya ha visto a Di Stéfano y Puskas, Butragueño y Hugo, Raúl y
Zidane, ni para que al final de un entrenamiento los demás jugadores- entiéndase Casillas, Marcelo, Ramos y Alonso, por mencionar sólo algunos, lo inviten
a tomar una cerveza con la misma familiaridad con que tratan al utilero.
¿Se vale pensar, entonces, tal como lo
manejan muchos medios españoles, que Cristiano Ronaldo está triste porque en
Real Madrid no le pagan más ni lo adoran como él cree deberían hacerlo?
Para nada.
Sucede que la inexplicable tristeza de Ronaldo, al igual que la de muchas otras celebridades y socialités que acaban dándose un tiro en la boca, no nace de la carencia. Pero sí mucho, demasiado, del exceso.
3 comentarios:
va que vuela como lo hizo Kurt Cobain :D
Pobre monigote, lo tiene todo y a la vez nada...
Ay Tristiano, quánta saudade! Si al menos fueras menos insufrible, tal vez hasta tendrías un amigo o una buena mujer podría enamorarse de ti y no de tu fama y tu dinero. Has de estar triste porque como tu mismo dijiste, te tienen envidia "porque eres un crack, guapo y rico" (más no humilde ni mucho menos inteligente). Eres frívolo y ególatra, y por lo visto no te interesa cultivarte ni trabajar en forjarte interiormente y tu nivel de conciencia debe ser bajísimo. ¿Qué será de ti cuando se te acabe el futbol? Ya ves que esta carrera es muy corta mano...
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