31 jul 2011

DÍGANLE A DIOS QUE SÍ FUE PENAL

La imagen se repite en todos los partidos de cualquier liga del mundo. Aquí y allá, antes de que el árbitro silbe el saque inicial, un jugador se persigna mientras otro se hinca con los ojos cerrados y alguno más levanta la mirada al cielo. Todos se encomiendan a la misma fuerza todopoderosa: Diosito, Tata, Alá, Yahveh, el "Barbas"… Los nombres dan lo mismo porque el favor es casi siempre igual: "te pido que me ayudes a anotar; no dejes que me devoren los nervios; hazme olvidar que frente mí tengo 18 cámaras a través de las cuales hay 40 millones de personas viéndome. Déjame salir campeón, es todo lo que te pido".

Creo que Dios existe. Lo que está por verse es si tiene tiempo de atender todas las solicitudes que en fines de semana y fechas FIFA deben llegarle de forma simultánea, muchas veces provenientes de dos jugadores rivales que acá abajo se están viendo cara a cara. 
¿Qué pasa si en el momento de un penal el delantero se encomienda al Cielo para no fallar y el portero hace lo mismo para detenerlo? 
¿A quién favorecerá el Patrón? 

Con tanta chamba encima dudo que le quede tiempo para sentir inclinación hacia algún equipo en particular (aunque al ver jugar al Barcelona uno podría pensar que en el Paraíso hay una peña Blaugrana), de modo que ayudará a aquel de los dos jugadores que menos pecados haya cometido- el arquero que se va de putas detiene el disparo del atacante que en una borrachera atropelló a un peatón, y así por el estilo.
Otra es que se haga de la vista gorda con los pecadillos y favorezca no al más justo sino al que tiene más amigos sentados junto a San Pedro.

Bajo este segundo criterio los futbolistas más influyentes del futbol mexicano son, lamentablemente, los de Rayados de Monterrey. El 16 de noviembre de 2009 perdieron a uno de sus símbolos más queridos- Antonio de Nigris y 28 meses después, cuando la herida apenas estaba cerrando, el tercer portero de la Pandilla, Mauricio Aguirre, alcanzó al “Tano”.

Para lo bien que está jugando el Monterrey uno podría pensar que ni en el Torneo Apertura en curso o el Mundial de Clubes alguno de los dos embajadores celestiales de Rayados tendrá que meter las manos por su amado cuadro de la Sultana. Para eso están Suazo, Delgado, Ayoví, Mier, Cardozo, Santana, Paredes, Luis Pérez, Orozco, y uno de los mejores técnicos mexicanos de los últimos 20 años- Víctor Manuel Vucetich. 

Ahora que pensándolo bien, y dado que en cualquier partido suceden cosas inexplicables como que el árbitro marque un penal en contra tuyo que nadie más vio, que una corriente de aire desvíe medio centímetro la trayectoria de un balón y este pegue en el poste en vez de acabar en gol, o que un equipo que te aventaja por dos goles de repente se desinfle y acepte cuatro en contra, una ayudadita de allá arriba nunca sobra en el futbol. 


5 comentarios:

Anónimo dijo...

SOY TIGRE A MUERTE, PERO ME GUSTO LA NOTA. LE DESEO LO MEJOR A LOS FAMILIARES DEL PORTERO DE RAYADOS

QUE SU PENA PASE RAPIUDO

Ex Fan dijo...

Muy buena entrada! Felicidades como siempre resulta grato leer las buenas entradas de este blog!
Triste lo del portero, pero bueno ahora tiene mayoría en el cielo el Monterrey y obvio pueden interceder, en una de esas resulta que Dios si es Rayado!

elihú dijo...

Los Rayados dicen que Dios es Rayado por el cielo Azul y Blanco. Yo no lo sé pero un abrazo y consuelo a la familia del Mauricio.

Anónimo dijo...

Los muertos no juegan

Unknown dijo...

pero motivan!!! Si no pregúntale a Aldo De Nigris