Por: Francisco Cantú
Le comencé a ir al Puebla porque nací ahí y me tocó verlo campeón en la edad en el que uno comenzaba a escoger entre la Coca y la Pepsi o cuál Transformer era el más machín. Sin embargo el inicio de mi relación masoquista con la franja sucedió un par de años después.
27 de Mayo de 1992, era el partido de ida en las semifinales de la liga Mexicana (cuando duraban un año) y el Puebla recibía al poderoso Necaxa. Carlos Poblete anota dos goles en los primeros 12 minutos del partido, pero los Rayos -que en unas temporadas más se convertirían en la leyenda de los noventa- empataban e iban por más. Al minuto 67, Poblete vuelve a poner arriba al Puebla y 10 minutos más tarde expulsan al portero Pablo Larios cuando Lapuente había utilizado los dos cambios permitidos. ¿Quién cree usted, amable lector, que se puso los guantes? Así es, el ídolo Poblete cierra la noche desviando un tiro libre y abriéndose la ceja en un tiro de esquina. El partido se acaba, el Puebla tiene medio boleto a la final (el partido de vuelta es un 0-0 muy a la Lapuente), el estadio cree que Jesús había vuelto vistiendo una franja por delante y un 9 detrás, y yo no tuve otra alternativa más que declarar mi amor incondicional a ese equipo.
Diez días después el Puebla pierde la final contra León y comenzaron los cebollazos. El estadio Cuauhtémoc estuvo vetado por seis meses y la Franja tuvo que jugar como local en otros estadios (incluído el del eterno rival Veracruz). El equipo ha pasado por las manos distintos dueños, desde la caricatura de directivos que están ahora, pasando por un par de gemelos alemanes que no tenían idea del futbol, o un tipo que firmaba los contratos con la pistola en el escritorio. Me tocó ver los últimos partidos de más de una docena de leyendas que llegaban al Puebla a llenarse los bolsillos antes del retiro. Atestigüé los debuts de panaderos yugoslavos y basquetbolistas brasileños. He sufrido dos descensos y tuve soportar que me dijeran "Curtidor". No pude dormir aquella noche en que pasaban el video en el que Bakero debutaba como técnico y se le iba la garganta gritándole "Careca" a Martín Ubaldi. He sufrido todas y cada una de las veces en que el Chelís renunciaba y nunca se iba. No comí el dia siguiente en que Guillermo Rergis entró de cambio y se hizo expulsar a los 3 minutos para que corrieran a Tomás Boy. Y cuando me veo en fotos vistiendo aquella franja naranja, me dan ganas de acostarme en mi cama y chuparme el dedo.
El tiempo ha pasado y la vida me ha llevado a vivir fuera de la ciudad y del país. El futbol mexicano me importa cada vez menos y dejé de ir a los partidos que traen aquí de la selección contra cualquier equipo del caribe. Sin embargo el Puebla no me deja de importar. He manejado tres horas para verlos jugar una cascarita contra una preparatoria de gringuitos troncones. Cada uno de mis fines de semana está organizado dependiendo de la hora en que juegue el Puebla y tengo que buscar en internet a algún alma caritativa que suba el partido a la red. El equipo sigue perdiendo, y estar más preocupado por la tabla de descenso que por la tabla general se ha vuelto un estilo de vida.
A veces me gustaría pensar en otra cosa y comenzar a perder mi tiempo en otro equipo pero no puedo. Algo en mí me dice que algún día voy a sentir la misma euforia que aquel 27 de Mayo, cuando ni la lluvia, ni la cerveza, ni los orines me cortaban todas esas emociones.
6 comentarios:
Muy bueno el post, y de las anecdotas del Puebla. Ademas me recordaste a Martin Ubaldi que tambien paso por el equipo de mis amores, el chaflas.
me dan ganas de llorar por que siento lo mismo cada fin de semana y aun que cuando estube en mexico no era aficionado al foot desde que suviero con el chelis y al escuchar la historia que paso el chelis para suvir al puebla aprimera divicion no hay nada mas importante que el puble para mi parami siempre sera el mejor por que con poco asen mucho y es triste verlos perder esperar una larga semana para volverlos aver eso y mas ..por el puebla soy poblano asta el final..
muy buena tu cronica y algun dia volveremos a sentir esa euforia por el puebla como de q no
También recuerdo esa noche, muy emotiva, de esos partidos que se graban en la mente. Y Poblete un ídolazo, se quedó a vivir aquí en Puebla.
En ese equipo jugo mi tio... Luis Enrique Fernandez, el le dio un titulo al puebla cuando se enfrento en la final a las chivas, alla por 1982, se fueron a penaltis y el anoto el penal del triunfo.... Que recuerdos!!!!
Nos preocupamos mas por la tabla del descenso que por la general.
Señores yo soy poblano y tengo aguante :).
Hasta la piel se me puso chinita... buen post.
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