Por: Carlos Rivera "El Topo"
Supongo que a través de la vida, sin importar nuestra edad, condición social, etc., etc., todos sufrimos amargas y dolorosas decepciones. Las hay de todo tipo: amorosas, familiares, económicas, laborales y un largo etcétera. Y todas, tarde o temprano se superan. Pero cuando le vas a un equipo de futbol y éste te arrastra una y otra vez a que se te arrugue el corazón, llega el momento de decir ¡BASTA!
Estarás de acuerdo en que las decepciones que te propina el equipo al que le vas, te llegan hasta la médula, te duelen tanto que a veces preferirías no irle a ese equipo, pero al rato te vuelve a nacer la ilusión y ahí vas otra vez, como puerco al matadero, directo a otra decepción. Y te vuelves a recuperar y la historia se repite una y otra vez.
Yo no tuve los huevos que tienes tú para seguirle yendo a ese equipo que torneo tras torneo, te decepciona. No voy a mentir y a decir que le voy a Estudiantes-Tecos porque soy de Guadalajara, que estudié en la UAG, que soy de la ultraderecha. Ni madres. Yo me fui por la fácil y no me apena decirlo. “Le voy a ir al peor equipo, aquel equipo que, si pierde, me dé igual, que no me haga sufrir, estoy hasta la madre de ser uno de los ya merito”.
Eso, literalmente, pensé. Resulta que apenas era un adolescente, cuando decidí irle a Tecos. Un equipo que cuando perdiera no me doliera y que cuando ganara, me diera gusto. Y así empezó mi afición por el equipo Tecolote. Es cierto que con el tiempo el apego crece. Sí, ahora, a mis 40 años, me duele si pierden, pero la verdad, duele poquito y se pasa rápido. Y a lo largo de tantos años de irle a los Tecos, cada vez descubro más cosas para irle al mencionado equipo: Ya fueron campeones (claro, dirigidos por Vucetich, ¿quién más?); no se han ido a segunda (o primera A, como le llaman ahora); traen jugadorazos del extranjero (aunque sólo duren en el equipo una temporada y luego los vendan en una buena lana); me han llenado la pupila de buen futbol con gente como Donizette (quizás el mejor brasileño que ha jugado en nuestro país), el “Pato” Lucas, Hugo Enrique Kiese, el “Chícharo” Hernández y, recientemente, Ludueña, Corona y muchos más; también me han hecho ganar una buena lana en apuestas, porque son tan inconsistentes que cuando van muy mal, le pueden ganar al mejor; y la última razón es que me encanta el nuevo uniforme. ¿Se puede pedir más? ¡Vamos Tecos!
5 comentarios:
Primero que nada- me parece increíble que haya alguien que le pueda ir a Tecos o estudiantes o como sea que se llame ahora.
Segundo- ma parece todavía más increíble (y cobarde) dejar de irle a un equipo porque no gana.
Tercero- me parece MUY pendejo, perdón por la palabra pero así es, que si ya estás hasta el cepillo de tu equipo y decides ir en contra de una de las reglas futboleras más sagradas e universales que existen- "no cambiarás de equipo", te declares aficionado a los Tecos.
Cuarto- Estudiantes representa a la UAG, que a su vez representa algunas de las ideologías más retrógadas de este país.
Quinto- dicho todo lo anterior, me gustó el artículo y la forma tan honesta en que el autor escribe su afición por un equipo que normalmente uno debería ocultar.
Si el cuarto punto lo aplicamos a los Pumas que representan a la UNAM, que a su vez representan una de las entidades mas corruptas y algunas de las ideologias mas retrogradas y sin avance del país, basicamente todos son la misma porqueria.
Bueno, no todo es miel sobre hojuelas cuando un aficionado toma una decisión como ésta; si le vas a cualquier otro equipo, los demás se burlan de ti cuando tu equipo pierde. Pero si le vas a Tecos se burlan de ti siempre, independientemente del resultado. Así que mi buen tecolote, tu intención al cambiar de colores me parece demasiado resultadista. Es más digno vivir del recuerdo e irle al Zacatepec o al León: pese a su lamentable presente, tienen un pasado glorioso, y cualquiera de los dos tiene en sus vitrinas más trofeos de campeón que Tecos, Jaguares, UdeG y Morelia ¡juntos!
OK, si quieren irle a Tecos es su bronca, nomás nunca se les ocurra confesarlo en una entrevista de trabajo porque no los van a contratar ni a madrazos, aunque al entrevistador le valga madres el futbol
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