Por: Marce Rodríguez
El hombre que acaba de convertirse en jugador del Veracruz encarna un pasado insólito en el fútbol argentino. En un sólo estadio Oscar Ahumada era vitoreado y su nombre atronaba desde las gargantas de los hinchas. No eran los de River los que repetían el apellido para honrar al mediocampista. Tampoco los de otro club donde pudo haber jugado Ahumada. La imposibilidad está dada en que Ahumada no jugó en otro equipo del fútbol argentino que no fuera River. Créanlo, el reconocimiento se montaba en la acústica Bombonera. El público local encendía el grito de “Ahumada, Ahumada”, cada vez que se jugaba el superclásico.
El episodio que disparó esta historia surrealista fue la eliminación de River ante San Lorenzo, en la Copa Libertadores, en 2007. Aquella vez, los hinchas de River denostaron a sus jugadores, que empataron luego de ir ganando 2 a 0, de local, con dos futbolistas más que su rival. La afrenta continuó al partido siguiente, en el que el conjunto Millonario jugó ante Gimnasia, por el torneo local. Antes del triunfo, los jugadores recibieron un mensaje con una lluvia de maíz: se los acusó de gallinas. Ahumada, por entonces capitán, no soportó el ataque artero y respondió con palabras. Disparó que River no se pudo recuperar del golpe asestado por San Lorenzo porque sus hinchas hicieron un silencio que caló hondo. Y hundió el cuchillo: “En Boca eso no hubiese pasado”, comparó. Pecado mortal. El volante fue condenado al escarnio en su propia casa, hasta que la reciente incorporación de Ángel Cappa puso fin a su estadía en River. En cambio, Ahumada es personaje ilustre en la Boca, donde los hinchas hasta le dedican banderas. Parte de un amor repleto de ironía. Pero amor al fin.
2 comentarios:
Me he llevado una gran sorpresa, pensé que ibas a hablar de Carlos. Aún así, buena historia, la desconocía.
Creo que el 99% de los lectores del blog pensaron en el preso de conciencia más conocido del régimen de AMLO en el DF: Carlos Ahumada. Me parece que el Ahumada del que hablas es el Neri Castillo de River. Nunca falta un cabrón así.
Publicar un comentario