Por: Gabriel Rodríguez Liceaga
No estoy seguro de que existan en la historia humana muchas banderas cuya impecable gloria sea sostenida y amainada por un grupo de niñitos simpáticos cada vez que aparece. En todo caso cada que acontece lo que conocemos estos días como “Fecha Fifa” alguien a quien jamás conoceremos se encarga de que la amarilla bandera del Juego Limpio sea contenida por los mejores niños que la nación ofrece: hijos de dueños, primos judíos, infantes con apellido, güeritos con todas sus muelas alineadas, futuros ciudadanos...
Anglicismo aparte, la llaman la bandera del Fair Play y además de omnipresente, es innecesaria. Eso se debe a que contradice, de entrada, los dulces preceptos del futbol: estamos presenciando un deporte de seres humanos. Hacer trampa es natural, común, bestial y por ende humano.
Mi primer gol valioso fue con la mano, en una liga organizada por varios Lasallistas obstinados.
El gol que Henry le acomodó a los bravos Irlandeses para pasar a las finales del mundial fue con la mano.
Sin saberlo, Henry me regaló la trampa más corriente que he presenciado en mi vida. Futbolísticamente hablando, claro. Trampa cochina, alevosía, ventaja, mano puerca, injusticia lenta.
A menos que yo hubiera nacido en Francia. Entonces la mano es lo de menos. Les aseguro que el de Henry será un cromo de difícil obtención en el álbum de estampas conmemorativas. (Si les sale repetida apártenmela).
Nací en México. Si para cualificar a cuartos de final es necesario que Abundis o Cuauh o Efraín se apoyen con la tramposa muñeca… yo no le pongo un pero, hasta lo denomino de una curiosa manera: “picardía mexicana”.
A lo que quiero llegar es a que el Fair Play no es una regla cimentada, el Juego Limpio es una propuesta, una opinión, una sugerencia. ESO HAY QUE ENTENDERLO. No hay castigo fijo para el tramposo. Henry tuvo la oportunidad de inaugurar el futbol del siglo 21 y suplicarle al referee que anulara su gol porque era parte de un fallo humano audiovisualmente identificable. Pero no lo hizo. Y Francia participará en Suda 10 tácitamente manchado.
Urge una renovación de preceptos. Más jueces y más cerca, tanto como la tecnología lo permita. Urge que Holanda elimine a Francia en el mundial cuanto antes. Urge que los próximos cinco años pasen como un estornudo para los Irlandeses. Urge que el futbol deje de ser un deporte de cavernícolas mañosos. Urge que a la bandera de la justicia no la acarreen niños maleducados, malinfluenciados.
En el juego de liguilla del sábado Torrado metió una mano ignorada que yo no me atrevo a juzgar o satanizar porque amo al equipo que favoreció. No amo a Francia pero supongo que muchos franceses lo hacen. Voy a extrañar a Lozano en el juego de mañana.
Redundo: el juego limpio es una opción y la pelota sigue rodando e incrustándose en porterías que aún, tristemente, residen en el siglo pasado.
5 comentarios:
El tema parecía agotado (la mano de Henry). Pero por la forma en que está escrito este post, vale la pena volver a ponerlo sobre la mesa.
Felicidades por tener en su alineación a un escritor como Gabriel Rodrígez.
Y perdón, lo tengo que decir:
Que viva el América.
si a huevo ...
ÁMERICA Campeon ¡¡ ...
Estubo padre el texto NEB, suerte al azul que todos sabemos que no tarda en desinflarse... ni pedo..
cheers ¡¡
ibas bien, TALIN, no juegues como el amecira...
Que paradoja, americanistas opinando en un tema en donde ellos son amplia y notoriamente favorecidos.
No tengo pruebas, pero me atrevo a decir que el america tiene hasta un rubro especial en su presupuesto que se ha de llamar algo asi como "sobornos arbitrales".
Saludos
Y Dios quiera que el mundo se acabe hoy. Así mis Amados Pumas serían eternos campeones.
Vayaaaa....que buen post NEB se te xtrañanaba, la verdad no se si fue que de plano ya tenía mucho sin entrar al blog (nada interesante a lo mejor...) pero bueno, algo que llamó mucho mi atención fue que mencionaras que Henry debía pedirle al árbitro que le anulara el gol EXCELENTEEEE!!! todo empieza en uno mismo, que será del juego más bello del mundo si ni siquiera los que se dedican a ello lo respetan!!! al contrario se aprovechan, lo ensucian y le escupen en la cara a su afición con esas actitudes. Desde fingir una falta, meter la mano o de plano hasta hacer señas burlonas y ofensivas al oponente o hasta a su propia afición es una falta de respeto a su profesión y al juego.
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