Carta a Aguirre

Querido Javier, ¿cómo estás? ¿Qué tal la familia, la chamba? ¿Todo bien? Qué bueno mano. ¿Y la selección cómo va? ¿Cómo están los chavos de cara al partido contra Trinidad? Ojalá estén muy concentrados pues contra El Salvador la verdad no se vieron nada bien. Pobrecitos. Deben sentirse bien presionados. Y tú también. Seguro estarás analizando los videos del Cuscatlán una y otra vez para ver qué salió mal. Vaya chambota. Pero no te preocupes, si tienes dudas acerca de lo que falló en San Salvador o si quieres saber cómo plantar al equipo en lo que resta de la eliminatoria acércate a cualquier taxista, mesero u oficinista, que seguro te van dar la respuesta adecuada.

Porque todos somos directores técnicos de la selección. Todos sabemos no sólo a quién se debe convocar sino la formación ideal para ganarle a quien sea.

Por ejemplo un buen amigo asegura que si hubieras alineado a Sinha y Leandro Augusto hubiéramos tenido más ataque por las bandas. Otro amigo dice que no, que más bien debiste sentar a Arce y meter a Medina todo el partido, pero por la otra banda, un poco echado hacia atrás, para que le tirara centros a Guille Franco quien debió jugar como media punta. Su novia es menos complicada pues en su opinión si convocaras a todo el equipo de los Pumas no habría quién nos gane. El de las toallas del gimnasio dijo que la cagaste, así literal, al meter a Galindo y Osorio juntos porque no se llevan bien desde que estaban en Cruz Azul, a lo cual un fresilla añadió “No gueeeee, el pedo es que dejó afuera a Márquez, osea no mames”. El policía del edificio donde vivo dice que con Giovanni y Vela los goles caerían a racimos. ¿Será? porque un conocido que es fanático de la NFL afirma que los goles sólo caerían con alguien tipo Borgetti. Ah, y cómo olvidarlo, un compañero de la oficina dice que él, sin duda alguna, hubiera puesto en la portería a Oswaldo. Los del equipo donde juego los domingos dicen que deberías convocar a más naturalizados, y los del equipo de los miércoles que deberías rifártela con puros chavos. En la oficina hay dos bandos: quienes declaran que deberías jugar con Cuauhtémoc todo el tiempo y quienes aseguran que no deberías convocarlo. En Televisa dicen que ya no conoces el medio, en TvAzteca concluyeron que el problema es el planteamiento táctico mientras en Futbol Picante gritan que el error, entre otras cosas, estuvo en alinear seleccionados que no venían jugando tanto.

Uf, cuántas opiniones. ¿A quién hacerle caso, querido Vasco, para el juego contra Trinidad? ¿Al taxista, al taquero, al “Perro” Bermúdez, a Josera, a Martinoli, al que te bolea los zapatos? Mmm, no. Mejor sigue entrenando a la selección como tú creas conveniente. En caso de que las cosas no salgan y nos quedemos sin ir al Mundial, tú y tus antecesores (Ericksson, Hugo) serán los menos culpables.

Si los directivos y periodistas no lo entienden así, si siguen pensando que el fracaso de nuestra actual selección recae en una sola persona: el entrenador, y no en la podredumbre que se ha esparcido por todo el futbol mexicano nunca serán parte de la solución. Y seguirán siendo, como siempre, parte del problema.