Desde que me fue inoculado el veneno futbolero y tuve que dar ese paso definitivo que significa elegir un equipo hasta que la muerte nos separe, fue precisamente siguiendo todos o casi todos los partidos que iba disputando que advertí que este deporte no sería el mismo sin los apodos que le son endilgados a los jugadores, que a fuerza de ser repetidos por quienes narran los partidos se van asociando ineluctablemente a su nombre, por más que se trate de jugadores cuyo desempeño futbolístico no trascienda en la misma medida que su inolvidable apodo, siempre antecediendo al apellido, o bien insertado entre este y el nombre de pila.
Ahora que he descubierto este fabuloso blog, pude apreciar en primer plano la fotografía de Leonardo Cuéllar, y contemplándola me vinieron a la mente al menos una decena de jugadores contemporáneos suyos, todos ellos dueños de algún mote que al ser recordado en alguna tertulia futbolera nos han arrancado alguna carcajada, por lo folklóricos, por lo auténticos, por lo descriptivos, o inclusive por los colores que defendieron mientras estuvieron en activo.
Así, no pude evitar recordar a Alfredo "El Harapos" Morales, aquel inolvidable extremo del Zacatepec, buque insignia de los cañeros, a Arturo "el Gonini" Vázquez Ayala, al "Atotonilco" Ortega, al "Astroboy" Chavarín, al "Confesor" Cornero o al "Wendy" Mendizábal. Alguno de ellos fue bautizado por el no menos recordado Angel Fernández, quien merece mención aparte y seguramente será objeto de más de una columna en el blog.
Así, no pude evitar recordar a Alfredo "El Harapos" Morales, aquel inolvidable extremo del Zacatepec, buque insignia de los cañeros, a Arturo "el Gonini" Vázquez Ayala, al "Atotonilco" Ortega, al "Astroboy" Chavarín, al "Confesor" Cornero o al "Wendy" Mendizábal. Alguno de ellos fue bautizado por el no menos recordado Angel Fernández, quien merece mención aparte y seguramente será objeto de más de una columna en el blog.
Aquellos que pertenezcan a generaciones posteriores, seguramente ahora estarán pensando en hombres como Efraín "el Cuchillo" Herrera, Pablo Larios "el arquero de la selva", el certerísimo "Mortero" Aravena, el "negro" Zamora o "el Vikingo" Dávalos. En fin, la pléyade es casi inagotable, así que hagan memoria con este ejercicio y seguramente obtendrán a cambio algunas horas de solaz con amigos y familiares, sobre todo al hacer paréntesis acerca de los equipos que alguna vez alinearon a estos inolvidables personajes que dieron y dan nombre, apellido y remoquete a la historia de nuestra liga de primera división.
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