28 may 2009
Ahora resulta que todos somos del Barça
Mis padres no son españoles. Mis abuelos no son españoles. Y mis bisabuelos, hasta donde yo sé, tampoco son españoles. Que hay sangre ibérica en mi familia, seguro que la hay. Pero debe remontarse, si acaso, a la época de la Guerra de los Pasteles. Así que no, por más que hubiera querido no puedo tramitar la nacionalidad española.
Chin. Justo ahora que España es el campeón de la Euro y que el Barça ganó la Champions. Además no hay que olvidar lo bien que se come allá. Y la marcha, y los vinos y las mujeres guapas que andan por todas partes, hasta en los vagones de metro. Cosa que aquí no pasa. Me refiero al menos a las mujeres. Basta darse una vuelta por la estación Observatorio o Pantitlán para ver que no estoy exagerando.
Lo que tampoco pasa en nuestro queridísimo México-mágico-musical es que sobren los triunfos que nos hagan salir a las calles a celebrar. Podemos recordar una que otra victoria del Tri, una que otra medalla olímpica, las peleas de Chávez, la coronación de Lupita Johnes y párale de contar. Lo demás, osea los quintos, sextos, séptimos lugares y los superlativos en relación a Latinoamérica, por favor, esos no cuentan.
Así pues espero que en el transcurso de mi vida me toque celebrar un campeonato de Copa América o un tercer lugar en el Mundial. Si no sucede me queda la opción de volverme aficionado a otros deportes como la caminata, la lucha libre y la charrrería, que tantas y tantas glorias le han dado a nuestro país. O bien seguir buscando en el árbol genealógico y ver si de pura casualidad por ahí me encuentro con algún ancestro brasileño, alemán o italiano.
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2 comentarios:
y me compré una jersey y todo.
Me cagas.
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