Tengo que aceptarlo, me costó mucho trabajo salir de Satélite para vivir en Mixcoac. Al principio extrañaba todo: las torres descoloridas, Poppin-Tiger, el Naucalli, mis amigos de Bellavista. En nada ayudaba vivir en un lugar más céntrico, con muchas más cosas que hacer. Pensaba en el Toreo y se me salían las lágrimas. Sin darme cuenta era víctima del "Síndrome del Jamaicón". Pero tranquilos que no es contagioso y además ya se me quitó (llevo 10 años lejos de la Zona Azul).
Dicho Síndrome comenzó en los años 60 con un jugador del Guadalajara apodado "Jamaicón", de apellido Villegas. El grandulón apenas salía de la Perla para jugar en Puebla, León o Irapuato y lloraba amargamente pues extrañaba su barrio, sus tortas ahogadas y a su mamita. Su rendimiento en la cancha nunca pudo ser igual a cuando jugaba en el Estadio Jalisco. Tiempo después el "Jamaicón" se retiró de las canchas, más no así su síndrome que hasta la fecha sigue afectando a un gran número de personas. Como a la recién casada que se la vive en casa de sus papás, a un servidor sateluco y por supuesto a nuestros queridos futbolistas. Si no fuera así, dentro de poco no tendríamos de vuelta al "Maza".
Para ahondar en las causas de este síndorme muy pronto tendremos una entrevista con la Dra. Perla Stroessner. Le gusta mucho el futbol, es guapa y tiene poca chamba.
Rifaremos su teléfono para quien necesite terapia.
Autor: MD
2 comentarios:
Típico. ¿En serio pensábamos que el Maza iba a triunfar en Holanda?
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