5 feb 2014

Sueño de muchos, desprecio de Vela



Por: Stimpy R. Ponce

Lo que les voy a contar hoy me remonta a la hermosa década de los años 90, más precisamente a la colonia donde tuve la fortuna de dar mis primeros pasos: La unidad Habitacional Manuel José Othón, acá en San Luis Potosí.

En específico recuerdo aquellas tardes de futbol en las canchas de nuestra colonia, donde usurpábamos la plancha de cemento de basquetbol para, balón entre los pies, emular las glorias de los grandes futbolistas de aquel tiempo. Luis Alejandro y yo soñábamos ser Schmeichel o Campos ( Luis era de los pocos que poseía un traje de Campos, que por ese tiempo vendían en $70 en la Comercial Mexicana). Rivera soñaba con ser Romario, mi primo Iván mandaba obuses y defendía como si fuera Claudio Suarez, Leal era ambidiestro como Bebeto,  Emmanuel definía como Oleg Salenko, y no faltaba el extraño que practicaba los escorpiones de Higuita.

Nos llegó la fiebre del mundial de 1994 y todos los niños salíamos a jugar tras ver los épicos partidos de dicha justa mundialista, incluyendo la goleada de Rusia a Camerún, el debut en Copa del Mundo de la Bolivia de Trucco y Etcheverry. Y los duelos de la que muchos han llamado "La mejor selección mexicana de todos los tiempos" con Campos, Suárez, "Chepo", "Capi" Ramírez Perales, Luis García (antes de que le pidiera matrimonio a media comunidad futbolera) y el eterno Hugo Sánchez, hasta que nos eliminó, en una tanda de penaltis que nos hizo llorar, la odiosa Bulgaria de Stoichkoy, Balakov, Letchov, Penev y Mijailov.

Y ahí estaban los Romarios, los Baggio, los Pagliuca, los Andersson, los Taffarel, representados por niños morenitos que pateábamos una pelota descascarada en una cancha de basquet. Qué decir de esa final en penales que vi en casa de mi tía Lety, donde Baggio puso en órbita el balón definitivo ante la alegría de un Brasil "europeizado" y menos dinámico que sus antecesores.

Son muchos los recuerdos de mi infancia donde me imaginaba defendiendo el marco de la Selección Mexicana en partidos mundialistas, mientras entrenaba bajo la supervisión de mi padre- ex arquero semi profesional de ligas inferiores. Ese mismo sueño lo compartía con mis amigos de la primaria, Ever, Aldo, Emmanuel, Erick, Eduardo, Luis (con quien cada semana tenia un encarnizado duelode porteros) Gerardo, Felipe, y otros más.

Es inevitable pensar cuántos niños a lo largo del tiempo no se ilusionaron y soñaron también vestir esa camiseta verde que tantas sonrisas, alegrías y llantos nos ha representado. Los niños de finales de los 90 deben haber soñado con las glorias del "Matador" Hernández, Ramón Ramírez, Cuauhtémoc Blanco y Campos en el Mundial del 98.

¿Y cuántos niños de inicios del siglo no desearon meter ese épico gol de cabeza de Borgetti ante Itali,  o hubieran querido secar al odioso de Coby Jones en el Mundial de 2002? ¿Cuántos crecieron soñando ser Oswaldo, "Gonzo", Kikín", "Guille" tras el mundial de Alemania? ¿Cuántos en este momento patean el balón en las canchas, en las calles, en los parques, pronunciando en fijo el nombre del "Chicharito", de Giménez, de Layún?

Todo esto me viene a la mente a partir de que Carlos Vela rechazó, por enésima y última vez, el honor de vestir la camiseta tricolor. No es para sorprenderse... sin embargo debemos tomar en cuenta que en esta ocasión le está diciendo que no a un proceso de unos cuantos partidos que seguramente, y dada su calidad que no está en discusión, lo llevarían al Mundial de 2014. 

El muy ladino le está diciendo NO categóricamente a cumplir un sueño que muchos de los que crecimos adorando al verdadero Rey de los deportes pagaríamos por vivir. Se está negando a codearse con los más grandes del orbe, a figurar ante todas las miradas en un escaparate que ha redituado bien hasta a algunos que parecieran carecer de talento- remember "Kikín" en 2006.

¿No es indignante? Los que quisimos y moríamos por ello nunca lo logramos, y quien sí puede hacerlo se monta en su macho y señala no estar en condiciones. ¿Condiciones? ¡Por dios! ¿Acaso dijo eso en 2005 cuando formó parte de esa épica generación de chamacos que nos hicieron llorar  a muchos al ver por primera vez a una selección mexicana ganar un mundial, sea cual fuere la categoría? ¿Dónde quedó ese Vela atrevido, encarador, sobrado, definidor, romántico? ¿Qué caso tuvo haber sido parte de ese sueño si se iba a rendir por estupideces a la hora buena, a la hora de demostrar su potencial, tal como muchos lo hubiéramos deseado?

Carlos: te mando un saludo de parte de todos los que deseamos siquiera ir a las tribunas en un partido mundialista de nuestra selección. Un saludo de parte de aquellos para los que nunca hubo malos momentos, ni problemas psicológicos, ni pesares. Que renunciábamos a ver a nuestras novias un día antes de ir a revolcarnos en una cancha llanera para jugar por el mejor pago que puede dar el fútbol: El orgullo de vencer en familia a otro equipo. Porque no cabe duda que los pretextos te sobran, pero cuando los pobres mortales los vemos en personas que tienen todo para cumplir aquello que más anhelamos, entonces suenan como mentadas de madre.


5 comentarios:

carlos eduardo sanchez dijo...

excelente articulo

Unknown dijo...

y si hubiera 10 mas Carlos Vela?????
Que se negarán a jugar en la Selección Mexicana, que no es de los mexicanos , sino de una empresa que hace con los jugadores que juegan en "su Liga MX", lo que quieren. Que nos hacen creer que se juegan el honor de una nación, cuando en realidad lo que se juegan son solo sus intereses. Y si esos 11 Carlos Velas tuvieran el valor del que juega en España, y se negarán a jugar el mundial hasta que en el fútbol de tu país se terminara el famoso "pacto de caballeros", el Drafft, mercado de jugadores,y que el duopolio televisivo permitiera la transmisión de los partidos por otras cadenas de televisión abierta o de paga. Creo sería eso mejor para los que amamos el fútbol y no solo ver decisiones tan absurdas como vestir con la playera de la Selección Mexicana al América, equipo de los dueños del fútbol mexicano!!!.



Unknown dijo...

Muy buen articulo, sobra decir...que se puede esperar de una persona que veladamente y con excusas absurdas reniega de su origen, ser Mexicano es un orgullo, como de cualquier otra nacionalidad. Y eso lo deberían de tomar en cuenta en cualquier equipo extranjero que requiera de sus servicios, si a su pais le hace esto que esperan que haga por ellos...la no-Vela es caso cerrado.

Unknown dijo...

Muy buen articulo y respeto tu opinion aunq no la comparto, en cambio si apoyo lo de los "11 Velas" no es negarte a ser mexicano ni rechazar tu pais y mucho menos jugar para España pues el bien sabe q no puede, el fondo de esto son los directivosy la burla y persecucion q la prensa hizo hacia con el y que la gente ha recogido y lanzado odio hacia quien ha tenido el valor de oponerse a esta mafia, a esta corrupción de un futbol mexicano tan nefasto, esa misma prensa que lo persiguio pidio su regreso y al ver el rechazo (congruencia, caracter, dignida y elegancia) por parte de Vela lo volvio a satanizar... Que cada quien se haga sus opiniones sin embargo yo aplaudire su decision, le apoyare viendo sus partidos y le considerare por lo menos hasta ahora el mejor jugador mexicano q hay... Y q me habria encantado verlo con la verde de mexico y tal vez no con la 11 sino con la 10, pero eso es otra historia
Saludos de otro chico que tambien soño jugar un mundial

Anónimo dijo...

Suena muy romantico todo lo que dices, pero no estoy de acuerdo.

Ahora resulta que esta traicionando a la patria por no querer jugar? Estoy seguro que el fue uno de esos niños que soñaba con jugar en la selección, y no ha de ser fácil negar la posibilidad de ir a un mundial...en Brasil!

Respeten su decisión que seguro no fue facil, al menos se mantiene firme y no cayó en la tentación de treparse al vagón de la selección una vez que clasifico.

Además por más que la gente lo veo como un sueño y diversión para el es un trabajo, es profesional y si decidió que no le conviene ir no va y ya. O acaso tu aceptas cualquier oferta de trabajo sin evaluar los pros y contras primero?