Por Damián García, colaborador.
El país que vivió la guerra más cruel desde la «WWII» podría debutar en un mundial. |
Siempre me ha parecido interesante lo difícil que es en algunas latitudes que tu país juegue una copa del mundo. El nuestro es un lugar afortunado, por muchas razones obvias. De los 209 afiliados a la FIFA, sólo 76 países han asistido al menos una vez. México ha ido en catorce ocasiones, incluso más veces que España, Francia e Inglaterra (aunque se podría igualar la cifra si faltamos a Brasil).
Por ejemplo,
Venezuela jamás ha tenido la fortuna y ayer perdió todas sus esperanzas para
éste ciclo. Qatar tampoco lo logró aunque ellos jugarán en casa en 2022. En
nuestra confederación, con la victoria de ayer, alejamos a otro país que jamás
ha visto el máximo torneo; Panamá. Así que me he dado a la tarea de reunir a
los equipos que, como los canaleros,
todavía tienen esperanzas de poner su nombre en la privilegiada lista.
Bosnia-Herzegovina.
El más cercano al
debut. Aunque teóricamente fueron al mundial cuando formaban parte de
Yugoslavia, como República de Bosnia-Herzegovina no asistieron y ahora como
Bosnia y Herzegovina (se consideran históricamente distintos y existen desde
hace apenas 16 años como república federal) están muy cerca de la clasificación
directa. Si ganan contra Lituania de visitante este martes, irán. En caso de
perder o empatar dependerán de que Grecia haga lo mismo o menos para evitar la
repesca europea.
Montenegro.
El mismo
caso de la antigua Yugoslavia —además asistieron cuando eran parte de Serbia y Montenegro,
aunque nunca como estado actual. Hacen frontera con los bosnioherzegovinos pero
difícilmente compartirán la gloria de sus vecinos. Aunque es matemáticamente
posible que accedan a la repesca, contra Moldavia necesitarían dar una paliza
de escándalo, ya que Ucrania tiene una diferencia de goles sobre ellos de +12.
Eso esperando que San Marino (el peor equipo de la eliminatoria con 46 goles en
contra y 1 a favor) gane a los ucranianos.
Armenia.
Misma historia de
país semi-nuevo, aunque éste formó parte de la URSS. Si lo de los montenegrinos
es difícil, lo de Armenia necesita una milagrosa carambola a cuatro bandas.
Tendrían que ganar en Italia y esperar que Bulgaria empate contra la República
Checa, que Dinamarca no le gane a Malta y además, que Francia pierda contra
Finlandia en casa y se quede fuera del mundial desde ya. Un sueño que ni Lenin
se atrevería a tener.
Islandia.
Mi favorito para
aparecer en Brasil, nada más por ese video de la celebración de un equipo local
que imitaba a un pescado recién pescado (acá). Ignoro si alguno de
esos jugadores sea parte de la selección, pero dependen de ellos mismos para
llegar a la repesca. Contra Noruega necesitan hacer lo mismo o más de lo que
haga Eslovenia contra Suiza y esperar un buen cruce contra alguno de los
mejores segundos de grupo.
Jordania.
Un país hermoso
que es difícil de ubicar en el Medio Oriente. Los asiáticos han hecho todo lo
que han podido. Están en repechaje continental a costa de Uzbekistán y esperan
a una nación sudamericana para tratar de salir adelante a ida y vuelta. Lo más
probable es que repita Uruguay en esta etapa, porque su diferencia de puntos y
goles le hará difícil alcanzar a Ecuador y Chile que sólo necesitan un punto
para el pase directo. En Sudáfrica así llegaron los uruguayos al mundial y
acabaron en semifinales. Difícil.
Etiopía.
En África las
eliminatorias son realmente largas y difíciles. Además terminan,
invariablemente, en enfrentamiento directo de ida y vuelta. Los etíopes, tan
laureados en la maratón, enfrentarán a la experimentada Nigeria por su más
grande logro como selección. Si llegan al mundial todos los comentaristas se
emocionarán diciendo que «su peligrosidad reside en su velocidad».
Burkina Faso.
Uno de los países
más pobres del mundo podría dar la satisfacción a su gente, aunque les sirva de
puro placebo. Para la nación donde el ingreso per
cápita es de 1200 dólares
anuales (menos de nuestro salario mínimo) el rival futbolístico será Argelia,
que también tiene experiencia en citas importantes. El martes son los juegos de
ida y en noviembre las vueltas.
Panamá.
Su panorama se
oscureció cuando Raúl Jiménez hizo una maravilla en los últimos minutos que ni
él se creyó. Dependen de ganar en EEUU y que México pierda en Costa Rica. Otro
año sería muy difícil pero —con una selección tan mala como la de ayer que sólo
sobrevive por las genialidades de los únicos dos que jugaron decentemente— todo
es posible para alcanzar la repesca continental contra Nueva Zelanda.
Un dato extra sobre
nuestro posible rival oceánico: a Sudáfrica llevó un jugador que a su vez era
empleado bancario, quien tuvo que pedir licencia para jugar el mundial.
Quetzalcóatl nos libre de caer, si llegamos, contra los neozelandeses, quienes
harán lo posible por jugar su tercer mundial.
1 comentario:
Veo mas posible una derrota de México vs Costa Rica y una victoria sufrida de Panamá vs Estados Unidos, y sí, adiós México :P
Publicar un comentario