Según a quién se lo preguntes no ha existido un mejor
América que aquel que lo ganó todo a mediados de los ochenta. Su alineación, si
la memoria no me falla, iba más o menos así: Zelada, Trejo, Tena, Manzo, Bravo,
Ortega, Luna, Bacas, de los Cobos, Brailowsky y Hermosillo. Antes, a finales de
los 70, estuvo el América de Reynoso más “Pata Bendita”, y después, ya en los
90, el de Leo Beenhacker y los africanos Biyik y Kalusha, acaso el último
América capaz de provocar suspiros dentro y fuera de las filas del
americanismo.
Lo que no toman en cuenta dichas aseveraciones es que en
aquellas épocas de gloria americanista eran contados los equipos capaces de
hacerle sombra a las Águilas. Y no porque el América fuera una suerte de
Barcelona cuyo nivel de futbol fuese inalcanzable, qué va. Lo que sucede es que
además de Cruz Azul, Chivas, Pumas y algún equipo itinerante, a veces León a
veces Puebla y durante mucho tiempo Necaxa, los demás cuadros de la liga
estaban muy por debajo de las Águilas en cuanto a presupuesto, infraestructura,
contactos con el mercado sudamericano y patrocinios.
El extinto Altético Potosino jugaba en un potrero donde el
balón a ras de piso hacía los mismos efectos que una pelota de rugby, mientras
que Zacatepec y Tampico-Madero jugaban en estadios que hoy día no serían
aceptados en la Primera A. Tigres y Monterrey, hoy dos de los clubes más
acaudalados, no tenían juntos la chequera ni las instalaciones de las que sí se
gozaba en Coapa, mientras que el Morelia dependía no de una corporación gigantesca
como Grupo Salinas sino de un empresario de la industria del plástico, don
Nicandro Ortiz, que gastó la mitad de su fortuna en hacer de los entonces
“ates” un equipo más o menos competitivo. La UAT, que está disputando el ascenso a
primera división, carecía del dinero suficiente como para contratar algún
futbolista sudamericano y tenía que conformarse con panameños y catrachos, que
por entonces no tenían el nivel que en fechas recientes les ha abierto las
puertas de medio mundo. Por otro lado el hoy flamante superlíder Santos Laguna
no tenía otra cosa que presumir que no fuera su uniforme, ya desde entonces el
más hermoso del futbol nacional. En Toluca la “Bombonera” rara vez se llenaba y en Veracruz se armaba el carnaval cada que los Tiburones evadían el descenso.
El panorama actual luce completamente diferente pues al menos el 80% de los equipos de la primera división están respaldados ya sea por empresas
de nivel mundial o por empresarios con solvencia financiera (y dudosa
reputación, hay que decirlo). Esto ha provocado que de unos años a la fecha
equipos como Santos, Morelia, Tigres, Monterrey y Toluca hayan llenado sus
vitrinas con trofeos que antes iban a parar a La Noria, el desaparecido Club
Guadalajara y Coapa.
El América actual no será tan carismático como
aquel de Beenhaker ni tan avasallador como el de los 80, pero le toca disputar liguillas contra
rivales más fuertes que los que enfrentaron sus predecesores. El "Piojo" lo sabe bien.
También sabe que de quedar campeón podrá pedirle al americanismo entero, con todo merecimiento, que al legendario Reynoso lo vuelvan
a llamar por su nombre, Carlos o Carlitos, y a él "Maestro Herrera".
4 comentarios:
INTERESANTE COMO SIEMPRE Y MUY ANALITICA LA COLUMNA DEL DIA DE HOY, AUNQUE POR EL TITULO PENSABA LEER COMO EL PEOR ENEMIGO DEL AMERICANISMO ES SU PROPIO PASADO
Pues si, los amarillos parecían muy buenos cuando jugaban contra equipos malísimos, casi semi amateurs. Desde que enfrentan a rivales serios, desaparecieron. Nomás dos detalles: los panas y hondureños tienen "abiertas las puertas de medio mundo"? Serán las puertas del otro mundo. Y el santos tuvo o tiene un uniforme para presumir? No manches!
JEJE, OTRO TORNEO SIN TÍTULOS PENDEJOS. ESO SI: VIENDO LAS ÚLTIMAS TEMPORADAS QUE HAN TENIDO, LLEGAR HASTA SEMIFINALES LES DEBE SABER A GLORIA
Siendo Cruzazulino,se me hizo bastante interesante el análisis que haz hecho de porque los grandes hoy no avasallan como antes y me haz hecho caer en la razón de que tienes la razón (valgame la redundancia), hoy por hoy, los equipos antes considerados chicos, cuentan con el respaldo de grandes empresarios y/o consorcios, esto aunado a que los jugadores no tienen el mismo sentimiento por unos colores como antes, ha hecho que muchos equipos que antes solo soñaban con un trofeo de Campeón o que inclusive deambulaban entre las dos divisiones máximas, hayan presentado más competitividad, felicidades por tu análitica.
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