Entre las noticias que más se comentan figura una nueva
escena del entrenador del Real Madrid, José Mourinho. Esperó en el
estacionamiento del Camp Nou al árbitro del último partido contra el FC
Barcelona. Cuando Antonio Teixeiras apareció, el técnico madridista dijo, según el
diario Marca: “Ahora te irás a fumar un puro y te reirás, sinvergüenza”.
El Diario As había publicado otras perlas que el portugués le
dedicó al árbitro, y los telediarios transmitieron las declaraciones que le
tomaron a Iker Casillas después del partido. Un periodista le preguntaba si era
verdad lo que recogían los periodistas
de Canal +.“Iker, ¿es verdad lo que dicen algunos compañeros periodistas que le dijiste al árbitro en el túnel hacia el vestuario? Se comenta que les dijiste: ‘ahora te vas a ir de copas con ellos’”, le preguntaron al capitán unas horas después. Casillas, un jugador que se caracteriza por huir de polémicas extra-deportivas y de comentarios fuera de tono, responde: “sí, sí lo dije. Era un momento de calentura y a cualquiera le sucede”. Se quedó así tranquilo después de decirlo, como si un arrebato justificara la falta de respeto.
de Canal +.“Iker, ¿es verdad lo que dicen algunos compañeros periodistas que le dijiste al árbitro en el túnel hacia el vestuario? Se comenta que les dijiste: ‘ahora te vas a ir de copas con ellos’”, le preguntaron al capitán unas horas después. Casillas, un jugador que se caracteriza por huir de polémicas extra-deportivas y de comentarios fuera de tono, responde: “sí, sí lo dije. Era un momento de calentura y a cualquiera le sucede”. Se quedó así tranquilo después de decirlo, como si un arrebato justificara la falta de respeto.
Se extiende la idea de que hay que decir todo lo que uno
piensa en cualquier momento. Las “masas” se han dejado contagiar por la falacia
de los reality shows y de gente que escuda su mala
educación en una supuesta sinceridad: “yo voy de frente”, “yo digo lo que
pienso”. En ese criterio se han basado para atacar a Josep Guardiola desde que
asumió el cargo de entrenador del Barcelona, y que sólo en dos ocasiones ha
perdido los papeles. Como tampoco los pierde el caballero Vicente del Bosque,
que seguro muchas veces calla lo que piensa en realidad, por educación. ¿Tan
malo es contenerse?
Si se extendiera la mala educación disfrazada de honestidad, la convivencia social se vería amenazada. Esa patanería suele descansar en la prudencia de quienes saben callar para evitar la crispación y la violencia. Decía Freud que uno de los componentes de la cultura es la represión de nuestros arrebatos, impulsos e instintos.
Con estas anécdotas más dignas de una prensa rosa que devoran los mismos hombres que luego critican en los programas de chismes y cotilleos que les gustan a muchas mujeres, muchos medios tratan estas actitudes antideportivas como noticias graciosas al sacarlas en portada.
No se puede señalar sólo a Mourinho, aunque se esmera en darles a los medios de comunicación titulares y declaraciones que fagocitan los ávidos espectadores deteleporquería deportiva y los lectores de periódicos infumables. Estos medios ahora se entretienen con las declaraciones de Xavi Hernández sobre cómo, según él, “los del Madrid son la hostia, no saben perder”.
Más que generalizar sobre un supuesto gusto de la gente por estos contenidos llenos de morbo y un bajo nivel cultural, el consumo de esta prensa demuestra el pánico de nuestra sociedad al silencio como base de toda armonía social y comunicativa.
Quienes dicen querer “desconectar” con contenidos basura buscan más bien re-engancharse con el ruido
que caracteriza a una sociedad donde se grita mucho y se dice poco, como
reflejo de su vacío existencial.
1 comentario:
Interesantes reflexiones. Claro, la libertad de expresión no tiene por qué convertirse en libertinaje, y la prudencia y educación no tienen por qué estar peleadas con la sinceridad. Por otro lado, se supone que los códigos futboleros rezan que "lo que pase en la cancha y el vestuario, ahi se queda". Claro que a nadie le gusta ser víctima de la injusticia ocasionada por errores arbitrales, pero no es a los jugadores a quienes les corresponde acusar públicamente a los nazarenos. Si hay queja, es el club que se sienta afectado el que debe presentar una queja ante la comisión de arbitraje, quien ya tomará cartas en el asunto. Si se respetaran esos sencillos puntos, esa asquerosa prensa rosa simplemente no tendría tela de donde cortar (al menos en el futbol)
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