La mesa estaba puesta para que Hugo Sánchez se convirtiera en el gran ídolo que nunca llegó a ser: Estadio Azteca a reventar, partido empatado a uno y penal de último minuto a favor del Tri. Lo único que hacía falta es que lo tirara tan bien como en el anuncio de Coca-Cola que protagonizaba, el cual al ser producido de cara al Mundial de 1986 también sucedía en un partido de la Selección frente a un Azteca lleno a más no poder.
Juego ficticio y partido real presentaban contextos increíblemente parecidos. En los dos había una jugada de gol para la Selección justo cuando el partido estaba por terminar. En ambos el encargado de anotar era el ganador del Pichichi por segundo año consecutivo (recuerden, estamos en los 80). Y en uno y otro los aficionados quedábamos paralizados frente a la dolorosa angustia que desde entonces nos produce un penalty a favor de la selección. La única diferencia es que "Hugol" nunca fallaba en el comercial, mientras que en el partido que sí importaba mandó su tiro a las manos del "Gato" Fernández.
De haber anotado la selección mexicana habría alcanzado su segundo triunfo al hilo en el Mundial de 86. Y él, Hugo Sánchez Márquez, habría sido el jugador más carismático de nuestro país al menos por un día. En vez de eso la afición dentro del Estadio y los gentíos que llegaron al Zócalo y el Ángel y la Fuente de Neptuno y La Minerva a festejar un triunfo que nomás no llegó, desahogaron su frustración con el grito de “Hu-go-Ta-ru-go Hu-go-Ta-ru-go”.
Pocas horas después de aquel partido el anuncio de Coca desapareció para siempre (ni siquiera se puede encontrar en Youtube); y diez días más tarde Hugo Sánchez se negó a participar en la serie de penalties del partido de Cuartos de Final contra Alemania.
Todo esto viene a cuento por el partido del Tri de este Sábado. Es contra el mismo rival que en la segunda jornada del segundo Mundial organizado en México, un 7 de junio de hace 25 años, nos amargó la tarde con un gol de Romerito.
1 comentario:
Que triste aquel día, en verdad! pero este sábado los tres goles que marcó México nos hicieron olvidar aquel penal fallido, y hoy, otro ídolo se dibuja en las mentes mexicanas, arriba Chicharito!!!
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