22 mar 2010

YA NO CUENTAN CON SU ASTUCIA



Por: Marcelo Rodríguez

Que se diga de una buena vez: River y Boca se tomaron la pastilla de chiquitolina. Aquellos gigantes equipos con cartel de campeones antes de empezar cada torneo redujeron sus días a los recuerdos gloriosos. Hace tres campeonatos que ninguno de los dos asoma entre los que definen el título. Y lo peor: su fútbol es tan mediocre que los hinchas se sorprenden cuando sus equipos juegan bien y no cuando andan enclenques y errantes de pases.

El jueves Boca y River se verán las caras en la Bombonera. Será el superclásico oficial número 227, desde que se cruzaron por primera vez en 1913. Según el semanario inglés The Observer es el acontecimiento deportivo que encabeza el ránking de lo que una persona “debería ver antes de morirse”. Obviamente, es también el partido que todo futbolista argentino quiere jugar. Dirán los que exageran que cuando se enfrentan Boca y River a nadie le importa en ese rato los males del mundo. Sin embargo, esta vez difícilmente alguien pague lo que no tiene por ver lo que Boca y River son incapaces de dar. De todos modos, si hay fiesta será en las tribunas y no en la cancha, salvo que alguno de los dos rompa con la regla de los últimos años.

Ni River ni Boca tienen ya chapulines que los rescaten de sus problemas. Riquelme, de enorme talento, se pasea por la cancha como un líder triste mientras Palermo, el gran goleador, espía de costado a los dirigentes, que dudan en renovarle el contrato a partir de junio. Del otro lado ocurre algo similar. Ortega esta afuera del club y Gallardo manda por apellido pero no por fútbol a ese puñado de jugadores qué sólo podrán conocer Europa como turistas. Así de chiquito será el clásico del jueves. Ése que no hace tanto era un campeonato dentro del campeonato: el que salía ganador se erigía en el máximo favorito para dar la vuelta olímpica en Argentina. El del jueves apenas determinará quién de los dos pasa menos vergüenza.

3 comentarios:

J. Lüver dijo...

Tán triste como cierto, y lamentablemente para las personas que conocen a estos clubes Argentinos sin vivir en Argentina, seguirán siguiendo el viejo cliché, aún así creo que son grandes, y también los gigantes tienen derecho a dormir.

tripleCE dijo...

hola se puede coincidir con casi toda la entrada pero ¿vos está seguro que ganar el clásico era sinónimo de campeonato? matemáticamente hablando sucedió pocas veces y "anímicamente": potencia. para el entrenamiento posterior y hasta q se pierdan 2 partidos al hilo.
en las tribunas y en el contexto, nunca es "adentro de la cancha" lo que hace de partido de futbol un episodio aparte. le sacás contexto y a un partido de futbol se lo podria ver como jl borges (qe no veia una vaca a un metro)
un abrazo / buen blog

FI dijo...

Están como el chorrito, se hacen grandotes...

¿De qué tallas venden las playeras? ¿Nomás tienen la verde?

Saludos