Por: Emiliano La Pointe Pineda
Cuando Ramos se alzó para meter la pelota hasta el fondo simplemente me deje caer, negándome a que eso estuviera pasando, pero el silencio de la habitación donde toda mi familia veía el encuentro confirmó que de verdad había sucedido.
Ya en tiempo extra el gol de Bale desató mis lágrimas. Lloré amargamente. Era tristeza e incredulidad, berreaba de dolor al ver que los blancos lo estaban logrando. Toda la alegría que millones habíamos tenido desde el minuto 36 nos fue arrebatada al 93 y a partir del 110 las esperanzas jamás volvieron.
Pero sobre todo, chillaba de coraje por no tener nada que criticarle a los merengues. Su temporada de Champions fue de ensueño incluyendo el desempeño fuera de serie de CR7. Recordar el partido de Di María y Modric, los cambios de Ancelotti y la serenidad de éste a la hora del festejo no hizo otra cosa que aumentar mi sufrimiento.
Para colmo de males “el Cholo” cayó en una vulgar bajeza, y aunque entiendo que a nadie le gusta recibir una medalla de segundo lugar, cuando el que te la va colgar es Michel Platini, inclinar la cabeza es más que un honor.
Simeone hizo algo vil que sólo le había visto al “Chicharito” en 2011, entonces novato en el torneo continental. En un arrebato Diego se negó a recibir el reconocimiento y le quitó de las manos la presea al emblemático francés.
Fue entonces cuando de verdad me di cuenta de que no podía decir nada, absolutamente nada, en contra del nuevo campeón europeo. Ante semejante panorama blanco mi psique reaccionó con un mecanismo de defensa infalible, desconectarme un rato de la maldita realidad. Pero sin darme cuenta, esa falta de contacto con el mundo deportivo y sus noticias se extendió por varios días.
Pero la tarde del jueves 29, cinco días después de tan terrible suceso para mi ánimo pambolero, al fin pude ver esa pequeña grieta en el orgullo merengue a través de la cual me podría colar para seguirlos criticando y demeritar, aunque sea un poquito, su gran logro.
Mi motivo radica en la misma razón por la que el marcador pasó del 0-1 al 4-1. El Atleti estaba fundido, el alargue representó el peor escenario para los colchoneros, porque sus piernas venían cargando un cansancio extremo, conseguido a pulso por su pinche necedad de ganar sufriendo y haber tenido que disputar a muerte, una semana antes, hasta el último minuto de la liga.
Por el contrario, los de Chan Martín llegaron a su cita en Portugal más que relajados y, fuera de Pepe, el cuadro estaba al 100 por ciento para disputar el máximo compromiso que podrían llegar a tener portando esa camiseta.
¿Por qué el equipo de Florentino pudo arribar de esta manera? Porque al finalizar la fecha 36 de campeonato local los merengues decidieron administrar toda su energía al sólo obtener un empate frente al Valencia punto cuando los rojiblancos cayeron ante el levante. Ahí fue cuando decidieron de dejar la liga en manos de alguno de sus dos odiados rivales y apostarlo todo por la orejona.
¿Qué ganaron la décima?, sí. ¿Qué lo hicieron de forma dramática?, también. ¿Qué lo sucedido en Lisboa ya forma parte de sus épicas victorias?, sin duda.
Sin embargo, y conste que desde el inició advertí mi parcialidad, me parece que habiendo ganado la Copa del Rey y teniendo un boleto en la final de la Champions, ése fue una recurso que no le hace justicia a la grandeza del tan llamado mejor equipo del siglo XX.
Los madridistas volvieron a saborear la sensación de levantar una orejona 12 años después, y no se trata de una más, sino de la mítica décima. Pero a mí ya nadie me saca de la cabeza su actitud ratonera al no ir por el triplete. Renunciaron a la más grande oportunidad que hayan tenido para conseguir ese trébol, que es lo que en verdad define a un equipo de leyenda.
Al fin puedo dormir tranquilo.
1 comentario:
Buena columna, pero si nos ponemos a poner excusas de que el otro equipo venia descansado, los madridistas podemos decir que no pudimos ganar la liga por haber jugado el partido de vuelta de champions y nos cansamos mucho. La capacidad de juego del atleti en 90 min es excepcional, pero no estan tan bien preparados fisicamente como el Real Madrid, aun cuando los dos lleguen relajados.
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