Según muchos españoles, la época dorada por la que está
atravesando “La Furia Roja” en casi todas sus categorías comenzó precisamente
con una medalla de oro en Barcelona 1992. Y es que hasta antes de aquellos
juegos olímpicos, la única vez que los españoles habían visto a su selección
ganar un torneo internacional fue en televisión blanco y negro.
Pero llegó el oro en aquella tarde del Camp Nou, y con él la confianza que ha llevado a los españoles a ganar un Mundial, dos Euros y un racimo de trofeos en categorías inferiores.
No es de extrañar, entonces, que muchos aficionados y
periodistas en nuestro país piensen que ganar la medalla de oro en Londres
sería un hito para el futbol mexicano.
Aquí pensamos otra cosa.
Y no porque ganarle a Brasil en una
final que será vista por millones de espectadores alrededor del mundo
carezca de importancia, qué va. Lo que sucede es que nuestro futbol atravesó la
línea del antes y después hace mucho tiempo. Basta echar un vistazo a los
últimos 20 años para darnos cuenta de ello.
De 1992 a la fecha la selección mayor ha ganado seis Copas
Oro, una Copa Confederaciones y ha sido dos veces subcampeón (y tres veces
tercer lugar) en la Copa América. Además es una de las pocas selecciones que ha
logrado calificar a la segunda ronda en cinco mundiales consecutivos (las otras
son Argentina, Brasil, Italia y Alemania), y la que más veces le ha ganado a
Brasil desde 1995.
En categorías inferiores el futbol mexicano ha ganado dos
campeonatos sub-17, el Torneo Esperanzas de Toulon, y quedó tercero en el
pasado Mundial sub-20 de Colombia.
Quedan muchas metas por
conquistar, claro está, como la obtención de la Copa América, la Confederaciones, y siendo realistas una semifinal de Mundial. Además el número
de futbolistas mexicanos en clubes europeos sigue siendo irrisorio comparado
con la cantidad de sudamericanos, africanos e incluso asiáticos que pululan en la
Premier, el Calccio o La Liga. Eso por no hablar del bajo nivel del torneo
local que supuestamente se verá beneficiado con la creación de la Liga MX.
Así pues, una medalla olímpica no es el parteaguas que nuestro futbol ha estado esperando. Éste llegó
hace mucho tiempo y de forma más bien paulatina, comenzando en la Copa
América de Ecuador 1993 y culminando 12 años después, muy cerca de ahí, en la
final limeña del Mundial sub-17.
Lo que venga mañana, oro o plata, no será más que una confirmación de lo que YA somos a nivel selecciones. Si no lo creen,
pregúntenle a los brasileños.
3 comentarios:
El parteaguas fue la participación de México en la Copa América. Gradualmente, como dices, se ha tomado un nivel mas competitivo. Claro que la medalla de oro no sería un parteaguas pero eso no significa que sea lo de menos. Pongamoslo así: Brasil mismo ha llegado a varias finales olimpicas y nunca se ha llevado el Oro. Esta medalla es muy importante pues sería la confirmación de que México es una selección competitiva y hasta una potencia (al menos en selecciones menores) sería una confirmación de una cierta paternidad sobre Brasil en finales.
Esta medalla de oro no es tan importante como una semifinal en el mundial pero si un paso grande que nos acerca a ganar la Copa América y a llegar a las semifinales mundiales y tarde o temprano, un mundial.
por que no dejan primero que gane la medalla y despues hacen sus comentarios!!! ya se parecen a los de azteca engrandeciendo a los mexicanos y menospreciando a brasil.
vamosssssssssssss Méxicooooooooooooooo
Pues ganamos el Oro y qué va bien merecidamente, jugamos muy bien, superamos a Brasil, aunque otros piensen lo contrario pero no fue así, lo hicimos bien, los chavos lo hicieron bien. Efectivamente, a lo mejor el parteaguas empezó hace ya un par de años sin embargo el orgullo y la alegría de ganar una medalla de oro no lo habíamos sentido antes. Veo un futbol mexicano con un futuro brillante y con una gran oportunidad de demostrarlo en el siguiente Mundial. Venga México ya vimos que si se puede, no solo lograr el 5to partido sino llegar a una final!!!
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