Carta de despido a Vergara

Por: Alejandro Hernández Yáñez

¿Se imaginan llegar a la chamba un buen día y despedir a su jefe, ese que lejos de mejorar el ambiente y la productividad genera caos, inculpa de todo a sus subordinados, declara cosas sin sentido, reduce salarios a los que tienen mayor tiempo laborando con él, y todo no saber guiar el barco que él mismo se llevó a pique?

¿Se imaginan que ese jefe fuera Jorge Vergara?

Así, sin más preámbulos y siguiendo la fantasía inicial, les comparto la carta que me encantaría enviar en representación de toda la afición de Guadalajara al sr. Jorge Vergara:

Ecatepec, Estado de México a 22 de marzo de 2012.

C. Jorge Carlos Vergara Madrigal.

Presidente Club Deportivo Guadalajara A.C.

El motivo de la siguiente misiva es para evaluar los resultados obtenidos por su actual administración hasta el día de hoy.

Le damos las gracias por haber llevado al equipo a su onceavo título de liga tras 10 años de nulos resultados, pero de 2006 a la fecha su mandato se ha caracterizado por decisiones erróneas e incoherentes. Por ejemplo, la venta de excelentes jugadores como Javier Hernández o Francisco Rodríguez no se ha traducido en contrataciones inteligentes, lo cual nos lleva a preguntarnos: ¿de qué sirve crear buenos delanteros, medios o defensas, si no trae gente con experiencia?

Recordemos que los refuerzos que ha traído en temporadas pasadas han resultado nefastos; Carlos Ochoa y Sergio Amaury Ponce no marcaron diferencia en la ofensiva rojiblanca. Ni hablar de Omar Arellano, la promesa política del equipo.

Cuando creíamos que la debacle del equipo tenía solución ante la salida de “El Chicharito” la idea que se le ocurre es ceder a préstamo a atacantes poderosos como Sergio Ávila, Julio Nava o en otro caso venderlos como Edgar “Tepa” Solís al Atlante, respectivamente.

La promesa de un nuevo hogar sonó retumbante en su tiempo, pero hasta el día de hoy el Omnilife no termina de convencer a los aficionados. Dicen los que viven en la Perla Tapatía que el acceso al coloso es un caos, además de los precios excesivos de las entradas. mismo ambiente que cuando se jugaba en el Estadio Jalisco.

Cuando Chivas ha andado bien que quede claro que no es por los costosos viajes terapéuticos a Colombia ni por sus revolucionarias ideas. Es por el espíritu de juego y de lucha de quienes SÍ sienten los colores rojiblancos. Porque aunque no lo crea, esta playera significa TODO para los que somos fieles seguidores de las Chivas. Como dijo El Tigre Sepúlveda: “No importa si estoy aquí o no, nada más ven esta playera y tiemblan”. Por lo que vemos, a usted no le importa más que el negocio y decir que: “si la afición no aporta nada no tiene derecho a reclamar.”

Es por eso que nos vemos en la gran necesidad de despedirlo de su puesto. Una persona que no entiende la ideología de estos colores no merece estar en la institución deportiva de mayor jerarquía en el futbol mexicano. En nombre de toda la afición le pido deje su cargo a la brevedad posible y sin ningún escándalo de mayor índole. Deseándole éxito en la nueva etapa de su vida y sin rencores.

Firma la siguiente carta, en representación de la fanaticada del Club Deportivo Guadalajara A.C.