Para saber con precisión la época de algún partido, sobretodo de la Primera División mexicana, lo mejor es fijarse en el tamaño de los shorts y la tecnología usada en la transmisión. Imagen blanco y negro = partido anterior a 1966; pantaloncillos que llegan hasta las ingles = Mundial de Argentina 78. En caso de prestarle atención a aspectos más contundentes como el esquema táctico o la velocidad de los jugadores se corre el riesgo de confundir un partido de la actual temporada con uno de la 81-82.
Para muestra el "Clásico Joven" de este domingo. Perdón pero de no ser por la cámara phantom, los enlaces desde el helicóptero, la amplitud de los shorts y el espantoso peinado de Matías Vuosso, el América-Cruz Azul de ayer bien podría haber sido un América-Cruz Azul de los años ochenta. Así de lento, errático y atrabancado se jugó. La única diferencia es que mientras en el partido de ayer muchos jugadores anduvieron de paseo, en los agarrones de antes dejaban la vida en el campo de juego.
No es que esos clásicos fueran mejores que los de ahora, qué va. Pero como hace unos años no había Dry Fit (...ni programas especiales pre-partido, merolicos que calienten la transmisión, reporteras con nalgas de cubana y analistas hasta de la materia fecal de un delantero) a los jugadores les pesaba más la camiseta. Así que ya sabe, si quiere darse una idea de cómo van a estar el Cruz Azul-Toluca o Monterrey-América de la próxima jornada sólo tiene que buscar en Youtube el resumen de esos mismos partidos en los años ochenta. Los shorts eran más chicos; lo demás sigue siendo igual.
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