Esta no será, ni por mucho, la primera vez que un equipo profesional juegue en una ciudad en guerra. Ya lo hizo el mítico Santos de Pelé cuando jugó en Lagos, Nigeria, a la mitad de la guerra civil de 1967-1970, también conocida como “guerra de Biafra”. Y no resultó fácil convencerlos, pues nadie quería visitar el que entonces era considerado uno de los lugares más peligrosos en un continente ya de por sí violento. Se habló incluso de cancelar el partido. Ante tal amenaza las dos facciones enemigas acordaron una tregua de 48 horas que ni la ONU, la CIA o el Papa habrían podido lograr. Militares y guerrilleros guardaron sus rifles y machetes, se mezclaron en el estadio para aplaudir juntos el espectáculo de los brasileños, y al día siguiente se mataron a balazos.
Ciudad Juárez también es una ciudad en guerra.
Pero para desgracia de sus ciudadanos, que merecen una y mil distracciones de esta naturaleza, el futbol aburrido del Tri está muy lejos de provocar una tregua.
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Por cierto... con motivo de la polémica designación de Ciudad Juárez como sede del partido entre México y Venezuela muchos medios recurrieron a la vieja cantaleta que señala que el Tri es de ricos y pobres, morenos y güeros, de juarences, de yucas, tapatíos, satelucos y acapulqueños. Vamos, que el Tri es el equipo de todo México.
¿En serio?
Quienes nos sentimos representados por la selección, para bien o para mal, deberíamos exigirle a los medios que cuando mencionen que el Tri es el equipo de TODOS tengan a bien aclarar que esa piel verde no representa a los sicarios, narcos, violadores, secuestradores y toda la mierda que por desgracia nació en este país.
2 comentarios:
Brillante análisis como siempre. Los he recomendado bastante para que tengan la cantidad de seguidores que este espacio merece
Gran Post!!! Qué triste la realidad de nuestro país y sin embargo ahí seguimos...con todo y todo,
Oajlá pudieran escribir más seguido, es increíble leer cosas como las que aquí publicas, Querido Editor. LU
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