El experimento salió mal y los más afectados, como siempre, serán los aficionados.
Pero nadie vio, o quiso ver, que en este momento Ciudad Juárez es la plaza menos adecuada para abanderar a un equipo de primera división. Era obvio que tarde o temprano la inseguridad y la psicosis que padece la sociedad juarense se contagiaría a los jugadores, provocando que muchos de ellos prefieran alinear en canchas de la Primera A en lugar de una ciudad que ha sido catalogada como la más peligrosa del mundo, incluso por encima de Bagdad.
Si el enclave fronterizo fuera menos violento, tal vez los Indios estarían peleando un lugar en la liguilla como lo hicieron hace un año. Pero lejos de mejorar Juárez empeora semana tras semana. Cuando no son las muertas desperdigadas por el desierto son las ejecuciones sanguinarias con un error en el código postal. Y así no se puede jugar. Vaya, bajo esas mismas circunstancias ni un equipo tan efectivo como Monterrey o tan motivado como Chivas podrían sacar al buey de la barranca. O al muerto en este caso.
Así pues Indios va a bajar de categoría o a desaparecer, da igual. Pero la gente que se entusiasmó con el proyecto y tuvo 90 minutos semanales para evadir una sórdida realidad, esa no se mueve. Seguirán caminando por calles marcadas con la silueta del ejecutado del día. Seguirán rezando por no estar en el lugar equivocado a la hora equivocada en una ciudad donde no hay lugares ni horas correctas. Y tendrán que elegir entre los 17 equipos restantes para ver a cuál de ellos le dan certificado de adopción.
Los aficionados de Tigres deberían darles las gracias.
4 comentarios:
En efecto, Ciudad Juarez definitivamente no es una de las estrellas del Bicentenario. Más bien nos recuerda que la violencia en este país -quizás de naturaleza diferente- sigue vigente y presente, a pesar de nuestra historia de centenarios y bicentenarios.
Tristeza en todos los ámbitos involucrados en esta cuestión: futbolístico, político y social. Si hablamos del primero de estos aspectos, debemos recordar que en México nunca han sido muy bien vistos los equipos en las fronteras, al menos en primera división. Suelen ser lugares apartados y conflictivos por naturaleza, lo cual provoca que los demás equipos -la mayoría de ellos ubicados más o menos en el centro del país, como corresponde en un país centralista como el nuestro- no se sientan muy contentos al tener que visitar una plaza como Ciudad Juárez. Adicionalmente, plazas como ésta nunca se han distinguido por ser totalmente futboleras y con eso hay que contar. En cuanto a ello sirve recordar como ejemplos a Cuernavaca y los "colibríes", a los dorados de Culiacán, a los correcaminos de la UAT, etc. Por otro lado, cuán lamentable ha resultado la connivencia de las autoridades para con el crimen organizado. Pregúntenle a algún juarense si tiene alguna duda sobre aquello de "estado fallido". Hay plazas que no admiten duda alguna al respecto y el futbol bajo esas condiciones simplemente no puede florecer
Hablando de la tragedia en que se ha convertido Ciudad Juárez conviene leer esta columa de Reforma:
http://www.reforma.com/editoriales/nacional/545/1089285/
Después de hacerlo uno entiende el porqué de la debacle de los Indios.
Qué lamentable... de verdad que duele saberse con una realidad así. Suerte y esperanza para la gente de Ciudad Juárez.
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