Por: Gabriel Rodríguez Liceaga
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Pocas cosas tan honestas como la sonrisa que me colocó en la cara Tévez durante el partido de ida por la FA Cup entre los vecinos ManU y ManCity. El contexto del match era cinematográfico por sí sólo: días antes Ferusson dijo que el argentino no vale los 40 millones de usdólares que le pagaban.
Es un insulto grave que te digan que no vales tanto dinero. Alguna vez tuve una novia que me gritaba “no vales un peso”. Francamente yo sentía feo. Pero… ¡40 millones de usd!
Evidentemente a Tévez le molestó la sentencia. Salir mal de un equipo grande debe tener su encanto. Venganza, venganza, palpitaba su corazón. Fueron dos tantos: Un penalty disparado con lujo de rabia, a pesar del maleducado Rooney y sus malavibras. El otro, un cabezazo exacto, contundente, dichoso. Callarle la boca al susodicho mejor técnico del mundo también debe tener su encanto.
Qué sonrisa más grande puse. Es una pena que Tévez sea argentino, caray.
El azar del futbol pone y dispone, los equipos de futbol tienen una población flotante más inestable que la de Tijuana. Esperemos pacientes a que pase el bicentenario 2010, esperemos pacientes a que el mundial acontezca y finalice, entonces sí preparémonos para ver a Ramoncito cobrar su venganza. Muero por ver esa celebración, ya quiero verlo cobrando tiros libres contra la naca puerta de Chivas.
2. A propósito de celebraciones: ¿por qué Pablo Barrera celebra sus goles como homosexual? No entiendo.
2 comentarios:
Solo quiero aclarar.. Me gustará la venganza de Ramoncito, pero contra Vergara, no Chivas...
No estoy seguro que sea como homosexual, pero de que es horrible su festejo eso no queda la menor duda.
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