¿Y AHORA QUÉ HACEMOS CON DIEGO?

Por: Carlos Bonelli

Últimamente en cualquier sitio a donde voy me preguntan qué opino sobre Maradona, como si al ser argentino tuviese una visión  más profunda de algo que resulta evidente: Maradona está loco. Pero vayamos por partes sin olvidar jamás que la salud mental no siempre ha sido aliada de ídolos y atletas.

Yo crecí en una época donde el retrato de Maradona estaba en todas partes. Era como la imagen de Mao en China y  del Che en Cuba. Y cómo no iba a ser así si acababa de darnos un campeonato del mundo y ojo que fue en un Mundial donde no mucha gente daba algo por Argentina. Fue difícil calificar a México, hoy ya nadie se acuerda. Les pegaron duro a Diego y Bilardo y no faltaron los que  dijeron "es mejor que la selección se quede en casa". Pero al final pasaron por encima de todos y Diego dejó de ser un ciudadano argentino para convertirse en Dios y Santo patrón de todo un pueblo. Sin embargo el tipo es de carne y hueso y en más de una ocasión mostró que los más grandes ídolos casi siempre tienen los pies de barro. La droga y otros excesos lo tuvieron en un puño y de milagro se salvó. De lo que nunca se pudo zafar es de su escasa madurez emocional, sus desplantes de diva y una tremenda paranoia. Ese lado oscuro lo mostró al desnudo al terminar el partido contra Uruguay y fue francamente vergonzoso. Insultó a la prensa como si ellos fueran responsables del mal funcionamiento del equipo que dirige. Y lo hizo al más puro estilo Maradoniano: como alguien que está a punto de sufrir una crisis nerviosa que lo mande de vuelta al hospital.

Con esto queda claro lo que opino sobre Diego. Pero si alguien quiere un análisis más profundo les dejo los comentarios más acertados que se han publicado acerca de su papel como entrenador.

"Varias realidades manchan la imagen argentina. Messi no es el mejor jugador del mundo en la selección de Maradona. No pasa de fino estilista , pequeño, comediante y saltarín. Que Higuaín desplace al Kun y Tevez parece una pesadilla. Y si encima la Brujita Verón ejerce todavía de Von Karajan sugiere que Argentina es una especie de manicomio, gobernado por un loco futbolístico que insulta al mensajero, como males de todas sus locuras"

"Argentina no sentó en el banco de su selección a un entrenador. Sentó a un icono nacional, el Diego, como si lo hubiera hecho con Gardel o Evita. Un personaje edificado sobre las contradicciones entre su talento y la carencia de mecanismos para soportarlo. Un caso, incluso, para un estudio sobre psicología colectiva, puesto que muchas de esas contradicciones personales caminan en paralelo a las de un país detenido"

"El vocabulario soez, los gestos y las formas de quien es el mejor jugador de todos los tiempos siguen inversamente proporcionales a aquella estética imperecedera del balón cosido a su bota izquierda. Qué pena el reverso tenebroso"
 
El Mundo, España.

Veamos si Grondona reacciona a tiempo.