14 oct 2009

PENAL REPETIDO "El Futbol y la Infancia"

Por: NEB

Me molesta mucho que Gerardo Lugo haya embarazado a su esposa. ¿Por qué? Porque el guey no entendió el destino único que residía en sus botines. A su breve edad ya estaba jugando de titular con el azul de Marka-Galindo, la afición lo adoraba tácitamente gracias a los logros ulteriores de su padre, yo mismo coree su apellido en el hat tric que le propinó, si mal no recuerdo, al tecolote…
En una frase: consiguió prolongar su infancia.

Porque jugar futbol profesionalmente no es otra cosa que eso… seguir siendo niño hasta sus últimas consecuencias. Alejarse por completo de una oficina, un diploma, un logro empresarial, un cuerpo cada vez más decadente, un patrón empleador malencarado que sólo sabe repetir una y otra vez “tengo miedo, tengo miedo”, un feo trayecto de 3 horas hacia una oficina apartada e impersonal, un feo trayecto de 3 horas de regreso a casa para ver como a tus hijos los han educado para ser imbéciles. Es decir: la triste vida de los que no jugamos fut.

Jugar futbol es prolongar la infancia. Renunciar al sueño de anotar un gol en una copa del mundo es un paso certero rumbo a la muerte.

Hoy ser niño tiene toda suerte de aristas: te puede gustar el anime, te pueden gustar los niños, te puede gustar Harry Potter, o hasta conocer muchachonas por internet. En mis tiempos no había muchas opciones: te gustaba el futbol. Fin. Tristemente mis padres jamás me incentivaron a perderle el pavor a un balonazo en la cara. Todos los goles que anoté fueron producto de la casualidad o la debilidad de mis contrincantes. Todos logrados en porterías ambiguas, en ligas poco serias o en cascaritas entre cuates. Ya casi no juego. Me resta crecer, reproducirme, envejecer y morir.

Por eso me molesta mucho que Gerardo Lugo embarazara a su mujer. Lugo debió alejarse de la cosa más vulgar que posee el ser humano: el amor. Y por ende: reproducirse insensatamente. Debió quedarse después de los entrenamientos a tocar un balón, a patearlo contra un muro, a ensayar desde la esquina, desde el punto de castigo, descalzo, en un césped enlodado. Lugo debió entrenar y entrenar, probarse a escondidas en el espejo de su casa la camiseta de la selección. Después de eso seguir entrenando, sonriendo y apretando los puños, diciéndole que no a la muerte y sus quincenas. Ya estaba ahí abajo. Lo difícil estaba superado. Debía entrenar y jugar con la máquina hasta que un día consiguiera el gol más importante de su vida (de mi vida). Ese gol que entierra este dolor podrido que jornada tras jornada, empleo tras empleo,  me va matando (nos va matando).


11 comentarios:

Anónimo dijo...

Te la pelas, fue al Atlas.

Uno mas que se va.

Soy anónimo, y que.

Editor dijo...

Anónimo, ¿en qué quedamos? Se te fue un acento.

I. Cortés I. dijo...

Yo digo que fue culpa de ella, lo sedujo* lol

El George dijo...

Pues .. si el chavo iba bien .. pero... como decía un jefe que tuve alguna vez ... "La nalga es la nalga" !!!

Anónimo dijo...

NOOOOOOOOOOOOOOO MAMARS NEB!!
Que pedo con este post??? Neta
ya bajale dos rayitas a tu "emo"
neta, tan bueno que te quedo el post de Gerardo Torrado y ahora...me haz decepcionado :(

alan ruba dijo...

para acabarla de chingar esa samia fue novia del "papirrín"

Anónimo dijo...

Que chingados ahora das clases de vida, no me jodas, ese wey era malo y simepre será malo tenga hijos o no. Que post tan idiota.

J. Lüver dijo...

Esto me hace recordar cuando el Tolo Gallego descanso a un recien titular por que el chaval se casó... el Tolo dijo, eso no se hace, ya perdio el piso...

FranciscoCantu dijo...

Buenísimo.

Darth Chelerious dijo...

chingao. hasta se me puso la piel de gallina. pinche neb.

San Escrin dijo...

Te la jalaste carnal con este post.
Eso de "jugar futbol es prolongar la infancia" estuvo chingon.
Por eso las viejas crecen y se amargan, por que no les gusta el Fut.
Saludos.