26 abr 2009
No. 12
Autor: Sofía Niño de Rivera
Desde hace muchos años, la educación en México no ha tenido una buena reputación. Bien se dedicó nuestro pasado presidente a resaltar su propia ignorancia y por “efecto cascada”, la de todo su pueblo.
Pero, podría ser peor. Poco a poco la educación en nuestro país va avanzando o por lo menos existe y de esto debemos agradecer no al gobierno, no a la televisión, no a los maestros, no a las escuelas, no al medio libro que lee el mexicano al año, sino, al fútbol.
Gracias a él, México sabe de geografía. Hemos escuchado de lugares que jamás hubiéramos sabido que existen: la Isla San Vicente, Lichtenstein, Tongo, Antigua y Barbuda, St. Kitts, Angola.
Gracias al fútbol, México sabe contar, aunque sea sólo para apostar o para entender el marcador. Gracias a este deporte, sabemos de probabilidad y estadística.
¿Y quién nos enseñó a ahorrar? El fútbol. Siempre habrá dinero para ir a ver a tu equipo. ¿Quién nos enseñó de fidelidad? ¿De puntualidad? Un partido empieza en punto y con el estadio ya habitado por los más fieles seguidores de los equipos.
¿Y quién le enseñó a los hombres a llorar? Así es.
Al final, el fútbol educa al pueblo, ahora bien, tal vez por eso estamos tan mal educados.
Creo que es válido llegar a la conclusión de que la educación en nuestro país es de baja calidad porque el fútbol en nuestro país también lo es. El futuro del intelecto mexicano está en las manos de varios jugadores y un balón.
Hago un llamado a nuestro gobierno para que invierta más en el fútbol mexicano, por nuestro bien, por el bien del aficionado, del número 12.
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1 comentario:
Excelente entrada. Felicidades!
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