2 jun 2014

Piojo: cállanos la boca

Por: Marco Dávila

De todos los Mundiales que he visto, éste será el primero en el que no tengo ninguna esperanza de que la selección mexicana haga un buen papel. Cero. Y mira que de México'86 a Brasil'14 me han tocado varias que no prometían demasiado. La del Mundial pasado, sin ir más lejos. O la de Francia en el ’98, que pocos días antes de su debut perdió por goleada contra un equipo de la segunda división alemana. Ninguna de las dos alcanzó el quinto partido, pero tampoco pasaron ridículos.

La selección actual, en cambio, pinta para hacer el peor papel en Mundiales desde Argentina ’78. Al menos eso es lo que pensamos cientos de miles de mexicanos y mexicanas de todas las edades, niveles socioeconómicos y cultura futbolística. Millones, tal vez. No creemos en esta selección por más que el “Piojo” y sus seleccionados nos pidan tener fe. El proceso mundialista fue tan accidentado y la forma en que se llegó al Mundial tan azarosa que estamos dolidos, molestos y decepcionados.

Esto no quiere decir, sin embargo, que estemos en lo correcto. O que nos de gusto ver perder a la selección. A lo largo de los Mundiales hay un montón de equipos que han llegado en circunstancias más adversas que el Tri en 2014 y lo han hecho de maravilla. Uruguay en Sudáfrica y Bélgica en el ’86, ambos cuarto lugar, son prueba de ello. 

En cuanto a lo segundo, nada nos daría más gusto que reconocer que nos equivocamos de fea manera. Preferible eso, en verdad, a que nuestras predicciones en torno a la selección se cumplan. Porque no hay derrota más dolorosa que la del Tri en un Mundial, ni día tan triste como aquel en el que México queda fuera de la Copa del Mundo. Si no lo sabré yo, que he visto perder a la selección diez veces en seis Mundiales (dos por penales), de los cuales en cinco quedó eliminada a medio torneo.

Es por ello, Miguel, por lo que te pedimos, es más te suplicamos, que nos pongas en la situación más incómoda en la que tus detractores podemos estar- celebrar un triunfo de la selección ante la mirada incisiva de quienes han tenido una fe inquebrantable en el Tri. No nos bajarían de villamelones y ventajosos, cuando no de vendepatrias y pendejos. Qué más da.

Por un triunfo de México contra Brasil en el Maracaná, dudo que alguno de nosotros tenga inconveniente en portar esa etiqueta de aquí a Rusia 2018.


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