31 may 2011

DISPAREMOS CONTRA LOS VILLAMELONES

Por: Sebastián Corti

Todo empezó con los gritos. En ese momento, no aguanté más. Y me decidí a escribir esta nota de denuncia. Los gritos los escuché el sábado pasado, casualmente cuando marcan Pedro y Messi los goles en Wembley. Eran unos gritos desbordados, desencajados, propios de una barriada de Barcelona y no de la Condesa. En ese momento me harté. Me cagaron. Un mexicano no puede proferir semejante grito al ver un partido de equipos europeos. En ese momento le juré la guerra a los Villamelones.

Hace un poco más de un mes, el editor de este blog organizó una comida para ver la final de la Copa del Rey, en la Cervecería frente a Plaza Cibeles, centro neurálgico de Villamelonland. El 90% de los asistentes tenía camisetas del Madrid o del Barsa. Y yo me preguntaba: de dónde viene ese amor? de dónde viene esa pasión? cuáles son las razones de esas lágrimas? Por qué no hay gente con esa pasión por el Levante, Betis o el Zaragoza? Por qué horas después del partido, en Facebook, gente a la que ni sabía que le gustaba el futbol declaraba su amor u odio por merengues y culés?

Pues todas esas preguntas tienen respuestas en la infame forma de ser del Villamelón. Un individuos que participan de los deportes ( y de la vida en general) con una actitud muy baja: con la actitud de los que siempre están del lado de los exitosos.

El Villamelón probó las mieles del Madrid con el sólido equipo donde jugaba Hugo Sanchez. Se emocionó con los Chicago Bulls de los 90. Se levantó temprano para seguir la racha de Schumacher en Ferrari, a principios del 2000. Soñó con el Cruz Azul y su hombrada en la Libertadores. Juró su amor por los New England Patriots porque ganaban con un QB muy guapo que se planchó a varias top models.

También fue a la Plaza Cibeles el mundial pasado porque su bisabuela había nacido en un pueblo de España del que no se acuerda muy bien el nombre. Y entre sus últimas actividades fue ir al concierto de U2 y subir a su Facebook una foto de la garra porque está de no mames. Incluso lo vieron hace 15 días en Martí pagar fortunas por la camiseta de Pumas y una de Lebron James del Miami Heat.

Si te gusta el fútbol, ¿qué puede ser mejor que ver una final de la Champions sin una predilección previa por un equipo? Así disfrutarás de un caño de Messi, un enganche de Rooney, una tapada de Van der Sar o una asistencia de Xavi. Deja la lágrimas para cosas más importantes y cercanas. Y si eres de emociones a flor de piel, resérvalas para tu equipo de liga o tu Selección. O elige un equipo del país que sea y mantente fiel a él. No recuerdo haber visto jerseys del Barsa en la época de Saviola, Riquelme y Van Gaal, donde como mucho llegaban competir por el segundo puesto con el Valencia.

El fútbol es una pasión demasiado grande y noble para que esté infectada por estos personajes.  Si ves alguno cerca, denúncialo. Si le tienes alguna clase de afecto, dale un consejo: que se consiga una personalidad, al fin de cuentas, éstas son gratis. 

BARCELONA Y LOS DEMÁS


Por: Marco Dávila / Editor

La pregunta más repetida en los últimos días, cortesía del baile que Barcelona le pusó al Manchester United en la final de la Champions League, va más o menos así: 
¿Es el Barça, este Barça, el mejor equipo en la historia del futbol?

Hasta hoy la respuesta dependía de la edad y el país de origen de la persona a la que se le hiciera la pregunta. Un madrileño de 80 años no dudaría en darle el honor al Real Madrid de Di Stéfano, mientras un húngaro de la misma edad (o un inglés que haya estado presente en Wembley el 25 de Noviembre del 53) respondería que no ha existido mejor equipo que el once Magyar de Puskas. Alguien que vivió su adolescencia en los años 70 se inclinaría por la verdeamarelha que ganó el Mundial con Pelé a la cabeza o la “Naranja Mecánica” de Cruyff; y que ni se te ocurriera preguntarle a un argentino porque aseguraría que no han existido mejores cuadros que todos aquellos donde ha jugado Maradona. 

Para quienes comenzaron a ver futbol en la década de los 80 estarían el Brasil del verano español, la selección francesa de la Eurocopa, el Milán de los tulipanes holandeses; y ya entrados en la década de los 90 mencionarían al primer Dream Team catalán seguido por los “Galácticos” de Florentino Pérez, que a diferencia de los actuales sí ganaban cosas importantes. Los más jovencillos, aquellos que cuentan sus años con lo que va del siglo, dirían que el mejor equipo en la historia del futbol es nada más y nada menos que la selección española.

Pero entonces llegó el Barcelona.

Y es que a diferencia de cualquier equipo de época, los actuales campeones del continente europeo dejan muy poco espacio a la subjetividad.

Hungría del 54, Brasil del 82 o la escuadra holandesa de 1974 maravillaron al mundo con su futbol pero no ganaron absolutamente nada. El Milán de finales de los 80 y el Real Madrid de Zidane, por otro lado, lo ganaron todo pero no inventaron una nueva forma de interpretar el futbol. ¿Y qué hay de los pocos equipos que levantaron cualquier cantidad de trofeos sin renunciar al espectáculo? Pues que ninguno de ellos, ni el Madrid de la “Saeta rubia”, el cuadro carioca de 1970 o el Dream Team de Cruyff consiguieron superar tan ampliamente a los mejores equipos de entonces, de la misma forma en que el Real Madrid de Mourinho y el Arsenal y el ManU se han visto superados, arrasados mejor dicho, por el Barcelona.

Dentro de muchos años, cuando algún club que ni siquiera conocemos tome la estafeta de mejor equipo del mundo, la gente dirá que fuimos muy afortunados por haber visto jugar al Barça de Guardiola.

Es cierto. Pero lo seríamos mucho más si en la siguiente temporada encuentran un rival que logre descifrar cómo diablos ponerlos en la lona.

29 may 2011

POR QUÉ LE VOY A (LEÓN)


Por: Estanislao Serrano


Le voy al León porque es un equipo de tradición que sin importar que no ascienda tiene más títulos que el Atlas, Monterrey y Morelia. Le voy al León porque aunque lleve muchos años en la división inferior tiene mejor estadio que el San Luis, el Atlante o Chiapas. Le voy al León porque no tiene un pinche nombre feo como los Xolotzcuintles. Le voy al León porque Comizo le reventó su madre al pendejo de Hermosillo. Le voy al León porque sus jugadores de época no se olvidan y vuelven, como Tita y Marquinho. Y sobretodo, le voy al León porque la raza apoya, grita, y siente los colores de su equipo (esmeraldas) más que en otras plazas que sí son de primera.

EL RITUAL DE LA CHAMPIONS


Por: Daniel Salinas Basave

Me acostumbré al ritual del último miércoles de mayo. Tal vez por ello me siento un poco extraño viendo la orejona alzada un sábado al medio día. La esencia de la Copa de Campeones Europeos fue la pinta, el escape, el burlar ocupaciones y compromisos para ir a buscar como desesperado una pantalla. Lo normal es que un miércoles al medio día uno suele estar ocupado, por lo que la historia de los últimos 25 campeones europeos es la historia de los malabares que debí hacer para eludir escuela o trabajo. Hace un año el formato cambió y la final europea se celebró por vez primera en sábado, aunque yo, fiel a la costumbre, tuve un montón de trabajo y vi a Milito coronar al Inter contra Bayer a bordo del camión de la campaña de Tijuana en Positivo, que por fortuna tenía tele. Un año después he visto al Barca en la comodidad del hogar, a la hora de la siesta de Iker. 

Llámame obsesivo, loco o sin que hacer, pero puedo decirte con plena exactitud dónde estuve yo el último miércoles de mayo del último cuarto de siglo y qué malabares debí hacer para ver la disputa de la Orejona. La Champions tiene poco que se ha vuelto un fenómeno masivo en México, aunque siempre se ha trasmitido y yo siempre la he seguido. A veces me veían como un loco fuera de lugar, buscando desesperado una tele un miércoles a las 13:00 para ver a equipos europeos que no importaban a nadie, pues fuera del Madrid de Hugo Sánchez, en mi país no había atención alguna para Europa y podía mucho más un México vs Guatemala que un Milán vs Ajax. A mí siempre me ha podido más el Viejo Continente. De hecho, al momento de escribir estas palabras está jugando México contra Ecuador y te juro que me vale un carajo lo que pase con ellos. En los últimos 25 años solo me he perdido dos finales de Europa: La de 1989 (Milán 4 Steawa 0) porque estaba viviendo en un pueblito de Colorado donde el futbol no existía, y la de 2002 (Real Madrid 2 Leverkussen 1) porque Carolina y yo viajábamos en autobús de La Habana a Varadero. Fuera de ahí te puedo decir que las he visto todas, absolutamente todas y te puedo describir con exactitud dónde estaba y qué obstáculos debí desafiar para poder ver el juego. Por ejemplo, recuerdo que en 1988, cuando se enfrentaron PSV y Benfica, yo tenía clase particular de matemáticas a las tres de la tarde, hora en que acababa el tiempo reglamentario. Yo estaba expulsado del Liceo Anglo Francés, pero iba a tener la oportunidad de presentar los finales de segundo de secundaria. La cuestión es que debía estudiar muchísimo por mi parte, pues por ser una mala influencia para mis compañeros, no se me permitía entrar a clases. El juego acabó 0-0. Tiempos extras y penales. Ni modo, tuve que volarme la clase. Los holandeses vencieron 6-5. 

Mi vida es obsesivamente cronológica, pero el futbol es para mí el mejor calendario o el mejor reloj. Puedo albergar ciertas dudas sobre en qué año leí tal libro o en qué año publiqué tal nota o columna, pero jamás dudaré a la hora de responder en qué año vi coronarse a tal o cual equipo.

El futbol me recuerda lo viejo que soy. Un aficionado con muchos años y partidos a cuestas que se acuerda perfectamente lo que estaba haciendo hace 19 años, cuando Barcelona se coronó por vez primera. El miércoles era mi día de descanso en Discos Zorba, el primer empleo en nómina que tuve en mi vida y en la tranquilidad de mi hogar en Lomas del Olivo Edo Mex. vi aquel riflazo de 30 metros de Koeman en el viejo Wembley, (ya demolido como la casa de Río San Juan) y el Barca batía 1-0 a Sampdoria. ¿Qué edad tenía Messi en aquel 92? ¿Qué edad tenían Chicharito, Piqué o Xavi? ¿Me imaginaba hace 19 años que el último sábado de mayo estaría viendo al mejor equipo del Planeta y acaso de la historia de la humanidad coronarse ante Manchester? ¿Me imaginaba que vería el juego sin volumen porque mi pequeño estaría tomando su siesta vespertina? Este tren demente de la vida corre con mucha prisa.

26 may 2011

DREAM ON

Lo normal, lo común, es que justo cuando estás a punto de anotar el gol decisivo en la final de la Champions League suene el maldito despertador, te chupe la cara tu perro o la novia te pregunte dónde dejaste las llaves del coche. El portero ya estaba vencido y el balón a punto de cruzar la línea del arco mientras tú, todavía medio dormido y con la cara hinchada, te preguntas por qué chingada madre no pudieron esperar un pinche segundito más a despertarte. Ibas a ser el héroe que el futbol mundial está esperando, el nuevo Messi, y en vez de eso estás dentro de la regadera pensando “ojalá no haya mucho tráfico rumbo a la chamba”.

Eso es lo más cerca que muchos hombres, el 99.9% a nivel mundial, hemos estado de anotar en un partido internacional. El restante .1%, ese que se gana la vida metiendo los goles que nosotros soñamos, tiene otro tipo de fantasías: ir al super sin que nadie los moleste o volver a jugar en una cascarita callejera.

Chicharito Hernández pertenece a esa afortunada minoría, pero hasta hace no mucho tiempo estaba al otro lado del porcentaje. No hay que olvidar que hace seis años quedó al margen de la selección infantil campeona en Perú, que hace tres jugaba en Colima y que hace dos su futuro se veía tan gris que incluso pensó en el retiro. Seguramente llegó a tener el mismo sueño que todos nosotros. Sólo que en su caso no hubo nadie que lo llegara a despertar.

Dulces sueños Chicharito. Ojalá que anotes en la final de Wembley; es más, que realices un “hat trick” y así cumplas la fantasía de miles de escuincles mexicanos que ven en ti una suerte de Maradona tapatío. 

Si eso le alcanza al ManU como para ganarle al Barcelona, qué bueno. Si no, que lo decida el futbol. 


23 may 2011

BASTA


12 horas antes de que los Pumas consiguieran su séptima estrella, y a 2,400 kilómetros de distancia, Chivas USA y LA Galaxy jugaron el que acaso es el único clásico de la Major League Soccer. Lamento informar que el partido fue mucho más entretenido que cualquier juego de liguilla, incluidos los dos de la final Pumas-Morelia. El nivel de la liga estadounidense no es nada del otro mundo, es verdad, pero al tener que competir contra el futbol europeo que se transmite en toda la Unión Americana así como otros deportes profesionales entre los que destacan la NBA, la NFL y el béisbol de Grandes Ligas, la MLS no puede darse el lujo de defraudar a sus aficionados.

Hasta ahora nunca lo ha hecho. Prueba de ello es el crecimiento sostenido de la MLS en 14 años, los llenos en casi todos sus partidos, los ratings ascendentes desde el año 2000, la cantidad de ciudades en lista de espera para tener una franquicia y muy por sobretodo el futbol ofensivo que caracteriza a toda la liga. Al paso que van no falta mucho para que un partido del Galaxy o el NY Red Bull resulte más atractivo que una final entre América y Chivas. Tal vez no con los mexicanos que estamos de este lado pero sí entre toda la población hispana de EU, misma que representa un mercado más importante que varios países sudamericanos juntos.

Es una lástima, considerando que aquí existen todos los ingredientes para tener la mejor liga del continente. ¿Jugadores? los hay y muy talentosos. ¿Estadios? viejos algunos, pero también hay varios que ya quisieran muchos equipos europeos. ¿Instalaciones de los clubes? a la altura de las mejores en el mundo. ¿Patrocinadores? sobran y vaya que le invierten. 

¿Qué nos falta entonces? Dueños inteligentes, una prensa deportiva mejor preparada y una afición mucho más exigente. Con lo primero y lo segundo no hay mucho que podamos hacer, más no así con lo tercero. Sobretodo después de una temporada tan mala como la que acaba de terminar.

Y es que nadie puede estar conforme con el futbol que vimos durante los últimos 5 meses, producto de una liga esquizofrénica que pone en igualdad de circunstancias al equipo más gris con el más competente, que no castiga al último lugar de cada torneo con el descenso y que se ha vuelto un centro vacacional para jugadores extranjeros de dudosa procedencia. Una liga cuyo principal objetivo, tal parece, es el de convertir al torneo en un mostrador de miscelánea donde cientos de marcas invaden uniformes y el campo de juego para limosnear la atención de quienes prendimos la tele con una sola cosa en mente: ver futbol. Una liga cuyos partidos más atractivos cambian de horario sin previo aviso para ayudar a que los programas más patéticos de la televisión mexicana aumenten su rating, y donde tenemos que soportar la tecnología de punta que Televisa y TvAzteca utilizan para graficar desde un fuera de lugar hasta la trayectoria de tiro de esquina (tecnología que por cierto es ampliamente superada por una mesa y un par de saleros). Una liga chafa y casera donde el número de pases que un equipo es capaz de hilar rara vez alcanza los dos dígitos, y donde todo es importante menos la satisfacción del aficionado.

Los dueños de los equipos y sus empleadillos de la Femexfut dirán que nunca nos han encañonado para ver los partidos de la liga mexicana o asistir a los estadios. Es cierto. Como también lo es el que nosotros tenemos un arma que puede obligarlos a que muchas cosas empiecen a mejorar. A final de cuentas lo único que separa a un partido soporífero de la jornada 5 de un Manchester-el que sea (o una película en cualquiera de los 15 canales de tv de paga a los que cada vez más gente de nivel bajo tiene acceso) es un simple click en el control de la tele.


20 may 2011

HUEVA




¿Y luego qué?. Vaya, ¿qué sigue después de una final como la que se jugó en Morelia? La esperanza de un partidazo el domingo que viene, supongo. Algo que justifique desembolsar los $1,500.00 en que están vendiendo cada boleto para el Estadio Olímpico de CU. Porque si la final de vuelta se parece a la que se jugó el Jueves por la noche, habrá sido dinero tirado a la basura. Pumas y Morelianos dirán otra cosa, como que el partido fue un juegazo a nivel táctico (si es que existe tal cosa) o que la final dura 180 minutos y no podemos juzgarla por la primera mitad. 

Lo cierto es que el resto de las personas que no somos seguidoras de uno u otro equipo     (al menos 3/4 partes de la afición mexicana) tuvimos que hacer y dejar de hacer un montón de cosas para estar frente a la pantalla de televisión a las 20:30 en punto: cancelar una cita con el dentista, inventar un cumpleaños familiar para salir más temprano de la chamba, dejar plantada a la novia, cambiarle la fecha de presentación a un cliente, apartar mesa para 10 personas dos horas antes de que empezara la final, pagar de más al momento de liquidar la cuenta, aguantar borrachos en caso de que te tocó poner la casa. Y todo para ver un encuentro que resultó tan aburrido como un Pumas-Morelia cualquiera... Justo ahora, cuando las mentes brillantes de la Femexfut han decidido añadirle 12 partidos más a la liguilla a partir de la temporada que entra.

Incompetentes (pendejos, más bien). Si algún diá llegan a entender que la mina de oro no está en aumentar la cantidad de partidos sino en mejorar la calidad de los mismos (definiendo al campeón y al equipo que desciende por puntos, regresando a los torneos largos y diminuyendo el número de extranjeros, entre otras acciones) tendremos un torneo donde el rating de las dos televisoras en la jornada 2 será tan alto como el que obtendrá el Pumas-Morelia del próximo domingo.

18 may 2011

INCONGRUENCIAS (O "PINCHE EQUIPO MUGROSO")

José Ramón Fernández será uno de los periodistas deportivos más inteligentes del país (cosa nada difícil teniendo a personajes como el “Perro" Bermúdez y Cristian Martinoli) y sin duda el más entretenido y polémico, pero fuera de su marcado antiamericanismo está muy lejos de ser el más congruente. Si no es así  ¿por qué espero a salir de TvAzteca para llamarle “pinche equipo mugroso” al club Monarcas Morelia? En todos los años que estuvo en el Ajusco jamás habló mal del equipo de sus patrones, y vaya que en aquel entonces tenía tela de donde cortar. 
Otros temas que jamás criticó mientras trabajó para Salinas Pliego fueron la multipropiedad de equipos (Azteca llegó a ser dueño de Morelia y Veracruz), el exceso de publicidad en las transmisiones, los vergonzosos programas especiales de TvAzteca en Juegos Olímpicos y Mundiales, el sistema de competencia de la Primera División y la forma nefasta en que las dos televisoras manejan el futbol mexicano. 

Desde que está en ESPN la crítica a esos temas es parte sustancial de su discurso. Lástima que no haya tenido el valor para hacerlo cuando él era parte del sistema que hoy tanto desprecia.


El argumento principal con el que muchos medios justifican la expulsión de Corona de la selección es que su conducta del domingo es un pésimo ejemplo para la niñez mexicana. Dicho argumento no hace más que evidenciar su falta de objetividad y monumental hipocresía. El Canal 2 y el 13, por ejemplo, llevan años produciendo programas familiares cuyo contenido es un atentado a la inteligencia infantil.  Deberían cancelarlos, pero hasta ahora nadie ha hecho algo al respecto. Así que dejen de arrojarle piedras a Corona. El arquero celeste se equivocó, es cierto. Pero cuántos de nosotros que vimos al preparador físico de Morelia tirar patadas y luego echarse a correr, no lamentamos que el cabezazo que Corona le propinó no hubiera sido un poco más fuerte.

17 may 2011

CON AMOR A LOS DUEÑOS DEL BALÓN

Corona y el “Chaco” Giménez han sido suspendidos seis partidos cada uno; de hecho el portero celeste fue cesado de la selección.  El “Ojitos”, que a mí me parece un pan de Dios, recibió 3 juegos mientras Sabah, el preparador físico de Morelia y el insoportable Tomás Boy no podrán estar presentes en la final.

¿Pero y el imbécil que entró a la cancha y encendió la mecha? ¿El hijo de puta al que le pareció un detalle muy simpático interrumpir el juego y burlarse de los futbolistas de Cruz Azul? (yo no me trago el cuento de que el tipo es aficionado celeste). Ese está tranquilito en su casa sin más castigo que los 30 pesos que tuvo que pagar para salir de la delegación. 

Le salió baratísimo, casi tanto como a la directiva de Morelia. Si un pendejete como el joven de la polo azul pastel fue capaz de entrar a la cancha del Estadio Morelos como Pedro por su casa es porque al club Monarcas le quedó demasiado grande la logística de la semifinal (eso por no hablar de las dos personas que estuvieron a punto de perder la vida en incidentes al salir del estadio, uno por un navajazo en el cuello y otro por un balazo en el tórax). Pero como en la Femexfut no hay un solo federativo con huevitos para plantársele a los mandamases de Grupo Salinas (o Televisa) y vetarles el Estadio Morelos (o el Alfonso Lastras y el Azteca), dicho inmueble estará albergando la final de ida del próximo Jueves como si nada hubiera pasado.

¿Qué tiene que suceder para que los gángsters que se han adueñado del futbol mexicano hagan algo, de una vez por todas, para erradicar la violencia cada vez más presente en los estadios? ¿Qué para que las televisoras suelten ese doble discurso donde condenan los pleitos entre aficionados pero no pierden la oportunidad de enfocar la imagen de una madriza en la tribuna? Una tragedia seguramente, de la cual culparán a todos menos a ellos.

El futbol mexicano se incendia en las gradas y las mentes "brillantes" que lo manejan  responden con un nuevo formato de liguilla que fracasó hace más de 20 años (ya hablaremos sobre eso después).

¿Saben qué Decio de María, Justino Compeán, Azcárraga Jean, Salinas Pliego, Jesús Martínez (el genio que trajo las “barras” a México), Billy Álvarez, “Perro” Bermúdez, Javier Alarcón, André Marín, David Fitelson, Christian Martinoli, Toño Rosique y todos aquellos nombres que por espacio hemos omitido? Háganos el enorme favor de ir todos ustedes, derechito y sin ninguna clase de demora, a chingar a su madre.

16 may 2011

MISEED PENALTY o MI NIGHTMARE AZUL (NEB)


Por: Gabriel Rodríguez Liceaga (NEB)
Ojo: una vez más, el amor que siento por Cruz Azul no se ha modificado un centímetro. Es, mi relación con dicho equipo, una de las relaciones más sanas, fieles y congruentes que poseo en esta etapa de mi vida. Pero qué terrible lo ocurrido anoche. Y no tiene que ver con la eliminación deportiva –vaya, Morelia fue mejor equipo y tan tán- sino con la vergonzosa golpiza sin sentido.
Me doy cuenta que en la pared de mi casa tengo entachuelados periódicos con las fotos de un par de criminales.
A Corona le tienen que prohibir volver a pisar una cancha de futbol.
Y Chaco tiene que irse a un equipo al que le solapen ese tipo de imbeciladas: al América o a Argentina ya de plano.
Me duele porque ambos sujetos eran responsables directos de una parte importante de mi estabilidad emocional.  El partido de anoche fue una pesadilla, OTRA VEZ UNA PESADILLA. Justo cuando creo que Azul no me puede sorprender más: lo hacen de nuevo. Par de ejemplos:
  1. Llega una carta de la FIFA que dice: “no alineen a Carmona” pero deciden alinearlo.
  2. Villaluz ofrece el juego de su vida y en una jugada injustamente calificada: lo mandan al hospital.
  3. Chelito se aterra en las finales.
  4. Villa se lesiona el hombro.
  5. Yosgart equivoca el brinco en todos los penales contra Toluca pero en el único que se lanza bien, la bola se estrella en el palo y luego en su espalda y luego entra a tanto.
  6. Pachuca nos mete un gol a tres segundos del final.
  7. Vs UNAM hace un año marcan un penal que definitivamente no era a diez minutos del final.
  8. Ayer: una bronca injustificadísima y delirante.
A eso súmenle el lío legal y de fraude que trae a cuestas (la verdad es que en ese rubro yo ni me he querido enterar bien)
¿Qué pasa con Cruz Azul? ¿Qué enloquecedora maldición ronda sus colores?
El torneo pasado comenté que nuestra eliminación corrió a cargo de Palencia y Chacho, dos ex celestes. Ahora Huiqui y Lozano. Lo dicho: hay entre ex jugadores ñiles un resentimiento y frustraciones pendientes que nos están costando dramáticas anulaciones.
Hoy es un día horrible para ser aficionado del Cruz Azul. Espantoso. Ojalá por lo menos las camisetas bajen considerablemente de precio, no he podido adquirir la nueva.
Tema aparte: ¿por qué expulsaron a Sabah? Ese pobre jugador ha sido víctima de toda una serie de injusticias en su carrera, ridículas injusticias. Ahora no va a jugar una final, qué payasada. 

14 may 2011


 No les fue bien esta temporada. De hecho no les ha ido bien en los últimos 29 años. 
Son después del Atlas (y descontando a todos los clubes que nacieron a partir de los 90) el equipo que lleva más tiempo sin ganar un campeonato. Sin embargo su afición es ejemplar. Cada quince días llenan el estadio Universitario sin importar el rival que tengan enfrente o el lugar de la tabla que ocupen sus amados Tigres. Si hubiera un torneo paralelo que premiara a la mejor afición del país, ésta sería la más ganadora de la historia. Las siguientes dos entradas son obra de dos jóvenes autores que antes que cualquier otra cosa (escritor, politólogo e historiador el primero; escritor y publicista 
el segundo) son Tigres a muerte. 
-Editor

POR QUÉ LE VOY A (TIGRES)

Por: Daniel Salinas Basave

NACIDO EN EL AÑO DEL TIGRE
Se es Tigre por la eternidad, en cualquier circunstancia y en todo estado de la mente. Mis convicciones políticas han cambiado, mis objetivos y metas en la vida se modifican constantemente, pero mi amor a los Tigres de la UANL es infinito e inmutable. 

Nací siendo católico, pero desde hace mucho soy ateo. A los 18 años voté por el PRD y ahora voto por el PAN. Antes usaba botas, ahora uso tenis. Mi pelo me ha cubierto la espalda entera y he estado rapado al cero absoluto. He disfrutado lo mismo Reykjavik en noviembre que La Habana en junio y el Réquiem de Mozart me prende tanto como Iron Maiden. Estas son mis convicciones. ¿No le gustan? No se preocupe, aquí tengo otras. La frase de Groucho Marx es aplicable a algunos aspectos de mi vida y al igual que Sabrina, personaje de la Insoportable levedad del ser, encuentro un ácido y delicioso saborcillo en la traición. Pero hay en el mundo una convicción, una causa que nunca traicionaría: Ser Tigre.

Tigres y yo hemos crecido de la mano. Yo nací el 21 de abril de 1974, año chino del Tigre. Un mes después, mi equipo ascendía a Primera División venciendo a los Leones Negros por global de 3-2. El día 13 de julio, cuando yo tenía dos meses y 22 días de nacido, Tigres jugó su primer partido en la Primera División y fue nada menos y nada más que contra la mierda rayada. Juanito Ugalde anotó el primer gol Tigre en Primera División y el primero en la historia de los clásicos. 3-3 marcador final. Desde entonces a la fecha he tolerado de todo, incluido un injusto descenso a la Primera A en 1996, el año que fuimos campeones de Copa contra Atlas. Un retorno meteórico y sigue la mata dando.

¿Cómo explicar la eternidad? Podría cambiar de nacionalidad, podría empezar a creer en algún dios, dejar el periodismo, pero jamás, jamás dejaré de ser Tigre. Para mí el futbol se divide en Tigres y el resto. Con Tigres soy un simple aficionado irracional que es capaz de torturarse con juegos pésimos o simplemente soporíferos y aún así seguir apoyando incondicionalmente a su equipo. Tigres no me ha convencido en miles de juegos, pero esto va más allá de una afición. En mi fase Tigre no me precio de ser un conocedor, sino un vil hooligan barrabravero que se parte el alma por su equipo. 

POR QUÉ LE VOY A (TIGRES)

Por: César Torres

Le voy a Tigres por culpa Ángel David Comizzo. Un hombre que no marcó una época como Roberto Gasparini, que no fue una leyenda del club como Robert Dante Siboldi, que no fue un ídolo de barrio como Javier "El Pastor" Lozano (para mí, el último gran diez de este país a quien en un partido de exhibición de la selección mexicana contra Holanda, tuvo una de las fracturas más aparatosas que yo he visto y quien nunca volvió a vestirse de verde), no fue un Dios como Claudio "El Diablo" Núñez o Walter "El Divino" Gaitan...vaya, Comizzo ni siquiera duró más de dos años con el club pero él me hizo a mi, el Tigre que soy.


Yo nací en el año del último campeonato, el 82, envejezco y envejece conmigo el equipo y la frustración de no ganar, de no levantar un título, de ver como los de enfrente se llevan todo y nosotros sólo una Copa que ganamos con Vuce y que no vale para pura madre (la copa, Vucetich es el mejor técnico que hay). Pero no me siento mal, no me siento derrotado, sólo incomprendido.

¿Porqué irle a Tigres teniendo a Los Rayados enfrente?¿Porqué irle a Tigres si mi colonia es 100% Rayada?. No tengo la menor idea, sólo sé que nada, sólo la selección en un mundial, me ha hecho emocionarme como ellos. Ese equipo de adorables perdedores que a veces me recuerdan a los Isótopos de Springfield cuando les preguntan "¿este año van a ganar? y ellos dicen "lo intentaremos chico". Esos son mis Tigres, un equipo de intentos.

13 may 2011

EL OFICIO MÁS INGRATO

Un mediocampista de buen nivel sólo acierta el 80% de los pases durante un partido. El resto van a parar a los pies del rival o la cabeza de los aficionados en las plateas. De cada 10 servicios se equivoca en 2 ante lo cual los comentaristas de televisión y los analistas que antes fueron jugadores no pasan de un “mal servicio de fulano”.

El portero, en cambio, tiene todas las de perder. De nada sirve que tape los tiros más difíciles si una equivocación suya se convierte en gol. Y es que la imagen de un meta cometiendo un oso es tan perdurable como la de un delantero anotando de chilena.  
A Walter Zenga no se le olvida la mala salida que permitió que Argentina empatara a Italia en la semifinal de 1990, y el pobre arquero inglés Robert Green sigue yendo al psicoanalista para tratar de superar el gol que le regaló al gringo Dempsey en Sudáfrica 2010.

La lista de arqueros que han cometido errores imperdonables incluye a los mejores de la historia (Zamora, Yashin, Dassaev, Chilabert, Schmeihel…), por lo cual no es de extrañar que en una misma noche un jugador tan confiable como Vilar haya fallado de forma grosera en dos ocasiones (una se tradujo en gol y la otra de milagro pegó en el poste). Hablamos de Vilar y no de Palacios porque el desacierto del “Pikolín Bis” no debería extrañar a nadie. Es un arquero cumplidor y tiene un carisma que lo ha conectado con la tribuna, pero incluso en sus mejores momentos se nota que no nació para ser portero.

Da la impresión que su historia es similar a la de muchos guardametas que se iniciaron en ese oficio no por gusto, sino porque no tenían talento para cubrir otra posición. Como el propio Federico Vilar, sin ir más lejos. Sólo que el argentino sí tiene pinta de portero, cosa fundamental si nos atenemos a la frase que hizo famosa el papá de todos los metas argentinos, Amadeo Carrizo: "Para ser buen arquero primero hay que parecerlo".

11 may 2011

GRIS AZUL

¿Será cierto eso que dicen que nadie se acuerda del segundo lugar? Si se trata del astronauta que pisó la luna después de Armstrong o el nadador que llegó una décima de segundo detrás de Michael Phelps, es completamente cierto. Pero si hablamos del equipo mexicano que más veces se ha quedado con el segundo puesto, hasta la persona más despistada y menos futbolera sabe que se trata del Cruz Azul.

Cruz Azul, el eterno subcampeón, que no es lo mismo al “Primer perdedor” como mucha gente califica a quienes llegan detrás del primero. Hay que alcanzar una final, cosa nada fácil, para poder asegurar el segundo sitio.

Así pues están equivocados aquellos que tildan a la Máquina de "equipo mediocre y perdedor".
Es un cuadro gris, tibio, apático, medroso, a veces aburrido, casi siempre pecho frío y de repente pocos huevos, sí; pero fracasado lo que se dice fracasado, para nada.
Mal o bien su escudo presume 8 campeonatos, cantidad que sólo 3 equipos más han logrado obtener. Sólo que en la camiseta azul el brillo de las épocas de gloria ya no da para pagar la renta de los próximos años, como sí lo hizo con las últimas 26 temporadas (malditos torneíllos cortos...).

La afición celeste necesita un campeonato YA.
Quién sabe, tal vez justo en este momento en que Cruz Azul no ha ilusionado a nadie será preciso comenzar a bordar la novena estrella.


10 may 2011

LECCIONES DEL CHIVAS-UNAM


La principal barrera que miles de jóvenes mexicanos en busca de su primer empleo tienen que sortear es, en realidad, una paradoja. Y es que cualquier chamba, por insignificante y mal pagada que sea, les va a pedir el único requisito que ninguna persona que nunca ha trabajado puede llenar: experiencia. Así el empleador los rechaza con el argumento de que “estás muy verde” mientras el aspirante al puesto se queda pensando “¿y cómo chingados voy a madurar si nadie me da la oportunidad?”

Esto, como ya dijimos, sucede en todos los trabajos formales que podamos imaginar desde un pasante de Derecho al cual se le niega la chamba porque no tiene la experiencia de acomodar archivos en un librero hasta un asistente de producción cuya única función es la de servir café.

En los equipos de futbol la tónica es más o menos la misma. Cada año cientos de chavillos desperdigados en las fuerzas básicas de los 18 equipos de Primera división esperan el día en que el entrenador del primer equipo les diga “fulano, avísale a tus viejos que este fin de semana debutas”. Pero ese momento tarda mucho tiempo en llegar, si acaso llega, porque para ese entrenador la cualidad más importante en un jugador es la experiencia. De esta forma el novato de 18 años que tiene potencial para convertirse en un excelente delantero (o medio o defensa, qué más da) languidece a la sombra de un tronco sudamericano 12 años mayor que él, que en 15 partidos solamente ha anotado 5 goles y al que no han podido alejar de la fiesta. Eso sí, el foráneo tiene toda la experiencia del mundo por los ciento y pico de partidos que ha jugado en equipos de las ligas argentina y paraguaya, alguna en un país del este de Europa y la colombiana antes de llegar a México con alfombra roja, contrato millonario, decenas de reporteros esperándolo en el aeropuerto y una Hummer en la puerta de su casa.

¿Cuántos jugadores jóvenes mexicanos habrán desertado porque la única puerta de acceso a la Primera división estaba cubierta por jugadores foráneos como Vuosso, Moreno, Gaytán, Cuevas; nacionales como Luna, Pardo, Martínez; o los olvidables Bebeto, José Mari Bakero, Núñez, Asprilla, Zambrano y por supuesto el "Chetito" Leaño...? 

La lista es extensísima, y lo sería todavía más si no fuera por equipos que alguna vez tuvieron excelentes fuerzas básicas como 
Cruz Azul y América, por clubes como Atlas que a pesar de todos sus problemas sigue produciendo buenos jugadores, 
y muy por encima de todo gracias a la cantera inagotable de Pumas de la UNAM y Chivas de Guadalajara.

El futbol mexicano le debe mucho a ambas instituciones. Empezando por sus figuras más importantes, mismas que se forjaron en las canchas del desaparecido Club Guadalajara y en Ciudad Universitaria. Y sigue la mata dando con jugadores como “Chicharito” Hernández, Salcido, Héctor Moreno, “Maza” Rodríguez y Michel a la cabeza, seguidos por Cervantes, Fuentes, “Cubo” Torres, Marco Fabián...

Por eso en esta semifinal es difícil elegir entre Chivas y Pumas. Aunque si Cruz Azul o Morelia pudieran escoger, seguramente no jugarían contra ninguno de los dos. 

9 may 2011

POR QUÉ LE VOY A (IRAPUATO)

Si hablamos de las plantillas y sus sueldos, los estadios, las instalaciones del club y la cobertura mediática, las diferencias entre la Primera División y la Primera A lucen abismales. Pero si lo hacemos sobre los aficionados veremos que la distancia entre una y otra categoría se reduce, si acaso, a una letra. Desde hoy la sección POR QUÉ LE VOY A incluirá equipos de cualquier división. No olvidemos que el futbol mexicano no sería lo mismo sin equipos como Veracruz, UdeG, León, Zacatepec y por supuesto, Irapuato.
-Editor

Por: José Paul Guevara Prieto

Hay decisiones en la vida que uno no toma, es el destino quien lo pone ahí, bueno, al menos en este caso, creo que fue lo que a mi me paso.

Yo desde muy niño recuerdo haber presenciado partidos del Club Deportivo Irapuato con mi papa, tal vez el autor intelectual de esta pasión. Nada raro, muchos jóvenes en este país se han convertido en aficionados a cierto equipo por que su padre también lo seguía. Pero en mi caso va mas allá de lo común, mi papa en ocasiones solía contarme de sus viajes, de sus experiencias en otras (y muy hostiles) canchas, y eso que mi papa siempre ha sido un hombre tranquilo, un hombre que quizá no conozca el termino “hincha” y/o “barra brava”.

Los años, los jugadores, todo iba pasando, menos nosotros. Estuvimos ahí en las épocas de los 10 aficionados y las 25 bicicletas, estábamos ahí los domingos a las 4 de la tarde como marcaba la fiel tradición en el “Sergio León Chávez”.
Yo fui creciendo, yo fui amando cada vez mas estos colores, recuerdo que buscaba en el periódico los resultados, las notas, todo lo que fuera acerca de la “Trinca”. Entre mis mas frescos recuerdos esta aquel en el que yo leí que la porra fresera iba creciendo, a tal grado que en el periódico la llamaban la “batucada” fresera o los típicos “con una mala entrada…”, pero no me importaba, era un amor de verdad, un amor de esos que duran para toda la vida.

8 may 2011

POR QUÉ LE VOY A (SANTOS)

Por: José Luis de la Cruz Suárez

Quizá no es el momento adecuado para redactar este texto… o quizá sí. Lo curioso del caso es que no soy originario de Torreón, ni de algún otro municipio que conforme a la comarca lagunera. Es más, ni siquiera soy el norte del país. Nací, crecí y sigo viviendo en Tabasco. Tierra de dulces y agresivas aguas que nos dan vida y muerte.

Dejando la falsa poesía de un lado les comentaré que mi amor por la camiseta del Santos Laguna empezó por allá del 2001 cuando yo tenía la nada despreciable edad de 11 años. Mi familia siempre ha sido aficionada al futbol, de hecho todos y cada uno de ellos son aficionados del Cruz Azul. Mi madre no puede ver los partidos importantes de la máquina porque los nervios no la dejan.

Jared Borgetti y Rodrigo Ruíz conformaban una de las delanteras más feroces del futbol mexicano. Y el juego del equipo era una verdadera pesadilla para los rivales, especialmente si de visitar el viejo Corona se habla.

El punto culminante de mi amor por el Santos se dio justamente después del torneo de verano 2001 cuando el Santos ganaba por segunda vez un campeonato de futbol con gol de Robson Luis, si mal no recuerdo.

6 may 2011

"TIEMPO FUERA" A LA MEXICANA


Sería ingenuo pensar que el futbol profesional puede funcionar sin las cifras estratosféricas que temporada a temporada invierten los anunciantes. Sucede en España e Inglaterra donde BBVA y Barclay's pagan millones de dólares para que las ligas de primera división lleven sus nombres. Lo mismo ocurre con la Copa Santander Libertadores y muchos estadios alrededor del mundo, que van del Allianz Arena en Múnich hasta el Red Bull Arena en Nueva Jersey.

La liga mexicana no es la excepción. Pero a diferencia de otros torneos nuestra primera división no es un producto de exportación, lo cual se traduce en cero ingresos por concepto de transmisión internacional más licensing de productos y una dependencia enfermiza en los patrocinadores locales.

Tan grande ha sido esa dependencia que nos hemos acostumbrado a equipos con diez o doce patrocinadores de la camiseta a las nalgas, y a la publicidad que mediante plecas comenzó a quitarle espacio a la imagen del partido en la pantalla (Elektra, Bimbo). Ni qué decir de aquella que invade el campo de juego y la tribuna con tecnología virtual de quinta (McDonald’s, Comex, PRI) y la que irrumpe con forma de globos aerostáticos (Telcel) y rastrillos (Shick) cada que se anota un gol, cortando así la celebración del tanto y quitándole tiempo a su repetición. 
Nos habituamos a todo lo anterior y nunca hicimos nada.

Esperemos que esa pasividad no nos haga acostumbrarnos a la nueva innovación publicitaria del futbol mexicano, mejor conocida como “pausa de rehidratación”.

Dicha interrupción comenzó a implementarse hace un par de años en partidos donde las altas temperaturas ponían en riesgo la salud de los jugadores. Ante tal situación lo normal, lo lógico, hubiera sido reprogramar el calendario de la siguiente temporada en horarios menos calurosos. De paso habríamos disfrutado un mejor nivel de futbol.

Pero algún directivo de Televisa o TvAzteca (¿qué no son ya lo mismo?) vio una oportunidad de oro en la dichosa pausa y habrá girado la siguiente orden a sus empleados de la Femexfut:

“Ustedes sigan deteniendo el juego al minuto 25 de cada tiempo. Da igual si está lloviendo, si el termómetro no supera los 26 grados o el partido trae un ritmo endemoniado. Acá tenemos unos anuncitos de Tecate, Bimbo y Movistar. Además a nadie le gustaría que algún jugador se muera en pleno partido ¿o sí?”

No sé a ustedes pero a mí este tipo de cosas me tienen hasta la madre y como sigan así me harán darle la espalda a cualquier transmisión de la liga mexicana desde ya. Prefiero quedarme con las ganas de ver un buen partido y leer la crónica en algún medio impreso a seguir soportando la infinita mierda de la que son capaces la Femexfut, los directores de marketing de ciertas marcas, y muy por encima de todo los dueños de la televisión mexicana.

Por cierto esta entrada fue llevada a ustedes gracias al patrocinio de ninguna marca. 
Y sin necesidad de pausas para rehidratarse.